Luis Bru.
«El periodismo no es honesto si no es feminista», quien dijo esta patochada pseudototalitaria fue Ana Pardo de Vera, quien acaba de ser relevada del puesto de directora del diario Público, para ocupar el puesto de directora corporativa y de relaciones institucionales, muy rimbombante pero sin contenido, desde ahora va a ser una mantenida de Jaume Roures. Lo dijo en las I Jornadas Feministas de Zaragoza, en la mesa redonda «Macho Media: rompiendo el techo de cristal». Muy posmo y convenientemente subvencionadas las jornadas por el Ayuntamiento y otras instituciones, Allí Ana Pardo de Vera abogó por desarrollar perspectivas de género en el periodismo, qué vaya a saber que significa eso, aparte de nada. y por feminizar los medios.
El feminismo es el último reducto de las estúpidas. Perspectiva de género puede ser cuando Alfonso Alonso dijo que «Soraya no va de mujer en su trabajo» y le respondió rauda Ana Pardo de Vera si diría «Rajoy no va de hombre en su trabajo». Pero es dudoso que lo sea cuando en TV3 esputó que «la peor violencia es la de la policía contra la gente porque parte de una situación de fuerza y además tiene el apoyo del Estado». Expresión propia de una macarra dándole la vuelta al monopolio de la violencia que ostenta el Estado y no la gente.
Algo empieza a cambiar y el relevo y la patada para arriba de Ana Pardo de Vera lo demuestra; la perspectiva de género no es más que la estupidez en grado sumo. En ese sentido, su defenestración puede ser elevada de anécdota a categoría. Otra parida de la susodicha: «El feminismo ya no quiere cambios puntuales, lo queremos todo», sentencia expresada en Mieres el 1 de abril de 2019. Esta mosquita muerta en la que pesan más sus palabras que ella misma se inventa términos que hacen perder su sentido a los términos, como «fascismo posmoderno».
«Los medios tenemos que ser feministas o no haremos periodismo», tontería soltada el 5 de mayo de 2019 en las Jornadas «Mujer y Periodismo», en Las Palmas de Gran Canaria. Y pensar que este feministoide estuvo a punto de ser presidenta de RTVE, a propuesta de Podemos, de Pablo Iglesias, que borró tuits para ello y que lo contó en un hilo muy celebrado por el espantoso ridículo que hizo. A su lado Rosa María Mateo es una señora y una buena profesional, siempre escondiéndose detrás de cuatro frases hechas de corte feminista. Como dijo Vox en un tuit: «A ella no la colocaron en RTVE porque su hermana ya trinca de ADIF».
Que le vaya bien como mantenida de Jaume Roures. «El periodismo está peligro. Y al despertar, el periodismo era un cadáver», otra frase memorable de la feministoide Ana Pardo de Vera. El periodismo ha resucitado. Es el feminismo el que ha muerto, como coartada de las mediocres, como espantapájaros de las ignorantes y las cultilatinapardas. Ánimo, ya sólo quedan Elisa Beni, al que le vendrían bien un barril de tila, y Cristina Fallarás, «muchas movida, mucho porno y mucha droga», que ya no tiene remedio y es una vergüenza nacional. El feminismo del cuento ha muerto, ¡viva el sentido común y la profesionalidad, venga de donde venga! Adiós Ana Pardo de Vera. Hasta nunca.