Luis Bru.
Cuando el 13 de julio de 2013, César Vidal se despidió de todos los oyentes de esRadio por los profundos desacuerdos en la gestión de Libertad Digital SA –y de su pequeño holding-, la reacción de Javier Somalo fue virulenta. Descolgando el cuadro con la foto de César Vidal en el pasillo donde estaban las fotos de los principales comunicadores que iniciaron la aventura mediática el 7 de septiembre de 2009 lo descargó con toda la rabia contra el suelo haciéndolo añicos. Somalo era, de seguro, conocedor que en el memorándum de diez folios que el historiador y comunicador le había remitido al presidente de Libertad Digital, Federico Jiménez Losantos, una de las propuestas perentorias era la expulsión inmediata de la empresa de Javier Somalo y de Dieter Brandau, a los que Vidal tildaba de pésimos gestores y de dos auténticas calamidades.
¿Quién es Javier Somalo quien actualmente ocupa el segundo puesto en la jerarquía de la empresa? Hay en el personaje cierto halo de misterio. Proviene de la izquierda. Fue militante del sindicato socialista UGT. Su trabajo anterior fue como técnico de sonido en Radio España. Nadie parece conocer su evolución ideológica hasta recalar en el liberalismo. En Libertad Digital su ascenso ha sido fulgurante. Actualmente es el director general del Grupo Libertad Digital. Forma parte del Consejo de Administración de todas las empresas: Libertad Digital SA, Libertad Digital Publicidad y Marketing SL, Cronos Producciones Multimedia SL y Libertad Digital TV.
En Libertad Digital SA es, además, apoderado; así que basta su firma para hacer movimientos económicos. En Libertad Digital TV es apoderado mancomunado y en las otras dos, apoderado solidario. Tiene todo el poder.
Es, por tanto, responsable absoluto de la gestión económica y de la contabilidad de las empresas del holding. De la ingeniería financiera por la que las diversas empresas del Grupo se compran unas a otras acciones y se hacen préstamos tanto a corto como a largo plazo. Es una forma habitual en las empresas holding de ocultar agujeros negros. Las diversas empresas del Grupo, como hemos visto, deben a Libertad Digital SA 3.351.937,86 euros. Nuestros expertos –directivos de empresas y expertos contables- consideran que esa cantidad es realmente incobrable y que ha servido para que Libertad Digital SA capitalice esa deuda y maquille el agujero real. Eso le ha permitido decir, en alguna ocasión, que sus cuentas presentaban beneficios, como ocurrió en 2015.
Las pérdidas de los dos últimos ejercicios han sido de 1.035.572, con las del ejercicio en curso podrían aproximarse a los 1.507.550 euros de la ampliación de capitales aprobada el 6 de septiembre por el Consejo de Administración, totalmente controlado por Federico Jiménez Losantos y Javier Somalo. Nuestros expertos consideran que esos 3.351.937,86 euros de préstamos de Libertad Digital SA a las otras empresas (sin apenas actividad) son un agujero negro camuflado: por lo que, según esos expertos, el agujero real sería superior a los 4,8 millones de euros. Tras la anterior ampliación, hace sólo dos años, la nueva petición de dinero no se hace para ningún proyecto nuevo sino para intentar sobrevivir o algo peor.
El balance gestor y contable de Javier Somalo es desastroso. Varias fuentes internas coinciden en señalar que Somalo adula “escandalosamente” a Federico Jiménez Losantos, y ese sería uno de los motivos de su fulgurante y sorprendente ascenso dentro de la empresa, pero esas mismas fuentes y numerosos indicios apuntan a que no es el único motivo, lo que nos llevará mañana a adentrarnos en las cenagosas arenas del escándalo y en las movedizas del presunto delito societario.