
Enrique de Diego.
El Gobierno ha puesto en marcha toda su arsenal de respuesta, que suena a maniobras de leguleyos. El Gobierno pide al Tribunal Constitucional que anule el referéndum. No hay ningún duda de que atenderá al pedido, pues se trata de consulta manifiestamente ilegal. La Fiscalía se querella contra el miserable Carles Puigdemont, el Govern y la Mesa del Parlament. Se trata de una serie de personas que han entrado en franco terreno de delito de rebelión.
Y ahora ¿qué? El miserable de Carles Puigdemont, su Govern y la Mesa del Parlament ya han dicho, lo llevan diciendo meses, que no van a cumplir ninguna sentencia ni del Tribunal Constitucional, ni de los tribunales «españoles». ¿Cómo se va a hacer cumplir la Ley? ¿Dónde tiene Mariano Rajoy las fuerzas a sus órdenes para que los insurrectos sean llevados ante la Justicia? Durante cuarenta años no se ha hecho otra cosa que ceder. De Cataluña se ha retirado el Cuerpo Nacional de Policía. La Guardia Civil también ha perdido presencia. Las competencias plenas de Orden Público han sido cedidas a los delincuentes. ¿Alguien cree que los mossos van a ir a detener a Carme Forcadell, a Joaquim Forn y al miserable de Carles Puigdemont?
El Ejército prácticamente no existe en Cataluña: el Regimiento de Arapiles 62, de cazadores de montaña, y la Academia de Suboficiales del Talarn, y pare usted de contar.
¿Cómo pretende Rajoy desde su soledad en Moncloa, rodeado de inútiles colaboradores, defender la unidad de España e imponer la Ley? Deberían estar ya en marcha unidades militares, cumpliendo las estupideces de los sediciosos. Por el camino que vamos Cataluña se va a sumir en la anarquía y el conflicto civil.
Carta a Rajoy: Vas a pasar por el mayor calzonazos de la historia de España