Naveen Athrappully.
En el condado californiano de Orange se están registrando altas tasas de cáncer entre los más jóvenes, una tendencia que se atribuye al estilo de vida y a factores medioambientales.
“El condado de Orange tiene la tasa general más alta de incidencia de cáncer en personas menores de 50 años, en comparación con los condados de Los Ángeles, Riverside, San Diego y San Bernardino”, dijo un informe del 12 de marzo del grupo de investigación del cáncer City of Hope. “Las tasas de incidencia de cáncer en personas menores de 50 años en el Condado de Orange son las más pronunciadas en cáncer de mama, colon y pulmón”. El aumento de la tasa de cáncer es preocupante “especialmente porque el cáncer en personas más jóvenes tiende a ser más agresivo”.
El condado ocupa el 13º lugar del estado en cuanto a tasas de cáncer de mama entre mujeres menores de 50 años. En cuanto a las tasas de cáncer de colon en menores de 50 años, el condado ocupa el puesto 25. Para el cáncer de pulmón en mujeres menores de 50 años, el condado ocupa el quinto lugar.
“Se trata de un sorprendente cambio de paradigma”, afirmó el Dr. Edward S. Kim, médico jefe de City of Hope Orange County. “Estamos asistiendo a un aumento muy preocupante del cáncer de aparición precoz en adultos. Es imperativo identificar las razones que subyacen a esta tendencia, educar al público, avanzar en la prevención y el diagnóstico precoz, y desarrollar tratamientos más eficaces”.
Según el informe, una de las razones del aumento de las tasas de cáncer es la mejora de las pruebas de detección. Sin embargo, hay “pruebas sustanciales” de que los factores ambientales desempeñan un papel en el cáncer de aparición precoz, definido como el que se produce entre personas de 18 a 49 años.
No podemos negar que una amplia gama de factores ambientales —denominados “el exposoma”— han cambiado rápidamente en los países desarrollados desde mediados del siglo XX. Ciertamente, controlar algunas de estas condiciones ambientales resulta difícil”, afirma el Dr. Kim.
“Hay pruebas de que algunas exposiciones tóxicas se producen ya en el útero o incluso en las células germinales antes de la concepción. Sin embargo, tenemos razones para creer que los cambios en la dieta y el estilo de vida, especialmente en la juventud y los primeros años de la edad adulta, podrían marcar una diferencia significativa”.
El informe señala que la Sociedad Americana del Cáncer había descubierto que la exposición al estilo de vida que empezaron a padecer los estadounidenses nacidos después de 1950 está probablemente detrás del fuerte aumento del cáncer de colon.
El Dr. Misagh Karimi, oncólogo médico del Centro Oncológico de la Fundación Lennar del Condado de Orange City of Hope especializado en cáncer de colon, atribuyó la tendencia al sedentarismo, así como al consumo de alimentos procesados y al alcohol.
“Nosotros vemos que aproximadamente la mitad de nuestros pacientes más jóvenes diagnosticados de cáncer de colon tienen sobrepeso”, señaló a continuación.
El informe subrayó la importancia de cuidar el microbioma intestinal. Se trata de los billones de microorganismos presentes en los intestinos que ayudan en la digestión de los alimentos. Son responsables de absorber las vitaminas y regular el sistema inmunitario.
Se sugirió no comer alimentos ultraprocesados, evitar fumar, no beber alcohol y hacer ejercicio para prevenir la obesidad como formas de mejorar la salud del microbioma. “Los alimentos procesados que se compran en las tiendas constituyen ahora el 60 por ciento de la dieta de la mayoría de los adultos estadounidenses”.
Según el informe, también es fundamental ampliar los esfuerzos de investigación sobre el cáncer entre los más jóvenes. Las restricciones actuales, como las limitaciones de edad, tienden a excluir a determinadas poblaciones de los estudios clínicos sobre el cáncer. Esto dificulta la comprensión del cáncer entre estos grupos.
Annette M. Walker, presidenta de City of Hope Orange County, se mostró esperanzada por los cambios introducidos en las directrices de las pruebas de detección del cáncer, que rebajan de 50 a 45 años la edad recomendada para someterse a las pruebas de detección del cáncer de colon, y de 50 a 40 años para las mamografías.
Aumento de las tasas de cáncer
Según datos del Instituto Nacional del Cáncer, la tasa de incidencia de cáncer en el Condado de Orange entre personas menores de 50 años fue de 98.3 por cada 100,000 individuos entre 2016 y 2020. Esto es más alto que el 93.4 por 100,000 individuos para el estado de California.
Cada año, aproximadamente 12,800 personas menores de 50 años son diagnosticadas con algún tipo de cáncer en la región del sur de California, que incluye aproximadamente 2000 solo en el condado de Orange, de acuerdo al The Orange County Register.
En declaraciones al citado medio, el Dr. Kim afirmó que casi el 20% de los pacientes que le visitaban eran menores de 50 años. Él sospecha de la implicación de variantes genéticas locales causantes del cáncer.
“Ojalá pudiera decirles que hay algunos patrones de presentación, síntomas o tendencias de estilo de vida. Pero no los hemos visto. La mayoría de las personas que se nos presentan tienen algunos síntomas inespecíficos”. Esos síntomas pueden consistir en una pérdida de peso inexplicable o malestar.
“Aún no tenemos un patrón, pero el patrón que estamos viendo con seguridad es que definitivamente hay gente más joven que se presenta en nuestras clínicas oncológicas”, dijo el médico.
En un informe de enero, la Sociedad Americana contra el Cáncer (ACS) estimaba que los nuevos casos de cáncer en Estados Unidos superarán los 2 millones este año y alcanzarán una cifra récord.
Aunque el riesgo de muerte por cáncer ha disminuido, el número de incidencias ha aumentado en seis tipos comunes de cáncer: mama, endometrio, melanoma, riñón, próstata y páncreas.
El informe identificó un aumento del cáncer colorrectal entre los menores de 55 años y del cáncer de cuello de útero entre las mujeres de 30 a 40 años. Las estimaciones de la AEC se basaron en datos de 2006 a 2020.
En una entrevista, el Dr. Harvey Risch, profesor emérito de epidemiología de la Universidad de Yale, señaló que esto significa que las cifras publicadas en el informe “no tienen información sobre los posibles efectos relacionados con el virus COVID o la vacuna en la incidencia del cáncer”.
El despliegue de la vacuna contra COVID comenzó a finales de 2020. Como tal, “basarse en los datos más antiguos para estimar la incidencia reciente no sería fiable”.