Enrique de Diego.
La estadista Ana Vega ha lanzado a través de su Muro de Facebook un vídeo erótico-pornográfico con un generoso canalillo que puede herir las susceptibilidades del espectador. Ataviada como una matrona romana con las manos sobre la pronunciada barriga, casi tan pronunciada como su canalillo. En él, ante la campaña de «desprestigio» de Vox, que habíamos llegado a pensar que estaba dirigida por ella misma, pide «serenidad, fortaleza y unión en nuestra provincia», porque «Vox es el único partido que volverá hacer España grande otra vez». ¿Una amenaza de dimisión? Porque con la pareja Ana Vega-Mario Ortolá (la Irene Montero alicantino) España empequeñece hasta hacerse pigmea.
Nosotros vemos las cosas de manera bien distinta: si Ana Vega gana, y es seguro que ganará, esta muerta de hambre que cobraba 450 euros y vivía amancebada con su actual esposo Mario Ortolá, a la sazón -¡qué curioso, qué casualidad!- portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Alicante, todo queda en casa, acabará con Vox o con el Vox que algunos quisieron ver, porque representa todo lo que critica: el más descarado nepotismo de la mano de la más absoluta impostura, y eso que su venal padre no salió elegido en las generales y tuvieron la decencia de quitarle de la lista; la marrullería de aparato; el vivir del cuento o del chiringuito, trocando en retórica la patente realidad, todo ello adobado por el agradecimiento sumiso y lacayo de los estómagos agradecidos, que ha degenerado a Vox en la provincia en una cloaca y una oficina de colocación de familias enteras, a imagen y semejanza de la del canalillo.
Que mantiene a la militancia en el borreguismo y el ninguneo, en la falta de participación y el ordeno y mando, lo que ha representado una selección de los cargos por la mediocridad y el amiguismo, después de un golpe de mano, con malas formas, encumbrándose a la presidencia de la gestora. Que, de hecho, ha ahuyentado a los militantes en número altamente significativo y dejado a Vox hecho un erial.
El acoso de desprestigio a Vox lo centra el corrupto Esdiario, propiedad de José Luis Ulibarri, en unas cintas ofrecidas por El Mundo a quienes la estadista tilda de medio subvencionado por «el gobierno socialcomunista». Item más, el último párrafo va dirigido contra Rambla Libre, sin tener la decencia y la valentía de nombrarlo. Dice así: «El ataque sufrido a través de la publicación de esos audios no ha sido el único. Tanto Ana Vega como el propio Santiago Abascal llevan siendo objeto de difamaciones en un medio digital alicantino con un aire muy sensacionalista, que suele generar polémicas para llamar la atención. Lo que resulta curioso es que, precisamente ese medio ha publicado entrevistas y noticias favorables para el otro candidato en estas primarias, Rafael Ramos, a pesar de mantener una campaña feroz de desprestigio y calumnia contra el presidente nacional del partido, Santiago Abascal, al que le dedican noticias y columnas de opinión acusándole de delitos y corrupción». ¿Nosotros, «subvencionados por el gobierno social-comunista de Sánchez e Iglesias? ¿Te has vuelto loca o has tomado por tontos a todos los militantes de Vox?
Esta grosera y estúpida manipulación no la mejora ni el jefe de comunicación de Vox, el inútil Juan Ernesto Pflüger, el patillas. Siempre hablan los que más tienen que callar. El 4 de julio de 2018, el propietario de Esdiario fue detenido por segunda vez en la Operación Enredadera, que afectó a 40 municipios, y en la que Ulibarri, conocido chorizo, utilizaba el poder de influencia de sus medios en Castilla y León y el digital adicto ahora a Ana Vega, ellos se crían y Dios los junta, para que contrataran con su empresa Gespol. Esdiario, antes conocido como El Semanal Digital, un medio fiel al Partido Popular dirigido por Antonio Martín Beaumont, famosete por estos lares por ser accionista de Tele 7, la operación diseñada por Esteban González Pons para dotar de una cadena privada adicta al PP, de carácter regional, para hacer eterno la gobernanza altamente corrupta del PP.
Podría haberse buscado la del canalillo amistades no tan llenas de mierda, menos peligrosas. Ulibarri fue detenido por primera vez en el caso Gürtel y la operación de Tele 7 se acompañó de concesiones hospitalarias, muy suculentas, al empresario de Ponferrada. En cuanto a nuestro estilo, una persona de amplio crédito en la sociedad alicantina como Francisco Maestre en su Facebbok señala que «dirán lo que se quiera de los artículos incisivos de Rambla Libre pero cuando no se dice una mentira merecen ser compartidos» y de la del canalillo remacha que sus actuaciones deberían terminar en el juzgado. Hemos dicho de Santiago Abascal, por si Pflüger no se ha enterado, que nos extraña mucho y debe aclarar como se ha comprado una mansión que unos valoran en un millón y otros en un millón seiscientos mil euros, siendo así que sus penurias y dificultades económicas eran conocidas hasta hace menos de dos años, hasta el punto que se hacía cuestación entre directivos del partido para comprarle zapatos; es de obligada transparencia, ya que lleva toda la vida viviendo del Presupuesto, de chinringuito en chiringuito. Aquí el más tonto, entra en política como la forma más segura de conseguir un casoplón. Las ideas de Vox está muy bien, son básicamente mías, pero la realidad es que no cumple ninguna. Como la de quedarse con las subvenciones.
A nosotros, nos gusta el estilo periodístico directo: Ana Vega, por el canalillo, se te ve media teta; dejas poco a la imaginación. Un poco más de coherencia y un mucho más de buen gusto, estadista.