Luis Bru.
A pesar de que como indica el informe inventario del administrador concursal, Intereconomía está quebrada desde el año 2011, Julio Ariza, todavía presidente de una empresa que debería ser liquidada y sobre el que pesan indicios de un presunto alzamiento de bienes, ha pedido en numerosas ocasiones dinero a sus espectadores, sin que haya facilitado información de esos ingresos ni aparentemente figuren en su contabilidad. Ariza incluso puso en marcha un esotérico Club de Amigos de Intereconomía que nunca ha funcionado ni facilitado sus cuentas.
Julio Ariza no deja de superarse a sí mismo. Ayer, a raíz de la agresión al periodista Cake Minuesa, Julio Ariza volvió a pedir dinero, acompañado de José Javier Esparza, perpetrando un espectáculo indecente. Siendo lamentable la brutal agresión a Cake Minuesa, ¿en calidad de qué se hace la petición de dinero? ¿para atención médica? ¿para tiritas, para antiinflamatorios? Y la pregunta más inquietante, ¿le llegará algún euro a Cake Minuesa o se lo quedará el clan Ariza? Y, por último, ¿cómo permite el Juzgado de lo Mercantil 11 de Madrid tanto despropósito?
En estos días, se han conocido los datos de audiencia del EGM de las radios y las de Intereconomía literalmente se han hundido, han perdido más del 30% de la audiencia. En 2015 tuvieron 42.000 oyentes; en 2016, 40.000; y en 2017 la cifra se ha ido a la sima de 18.000. Radios que salen a subasta por la mala gestión de Julio Ariza y a la que concurre su primogénito Yulen Ariza.
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