Virginia Montes.
Malta ha confirmado que permitirá el atraque del barco Lifeline pero abrirá una investigación sobre la efectiva nacionalidad del buque «y si se han respetado las reglas de derecho internacional por parte de la población», según el primer ministro maltés, Joseph Muscat. Según Malta, «ignoró las instrucciones dadas, de acuerdo con las reglas internacionales, por las autoridades italianas», cuando estas les indicaron que no intervinieran en el salvamento porque lo haría la Guardia Costera de Libia.
Según Giuseppe Conte, «Italia hará su parte y acogerá una cuota de inmigrantes que están en el Lifeline con la esperanza de que otros países europeos hagan lo mismo», subraya el mandatario italiano. Añade que «coherentemente» con el principio de la propuesta avanzada en la pasada cumbre informal sobre inmigración por Italia «quien desembarca en las costas italianas, españolas, griegas o maltesas, desembarca en Europa«.
Malta agradeció «al presidente del Consejo Europeo (Donald Tusk) y al presidente de la Comisión Europea (Jean-Claude Juncker) su ayuda en este asunto». En paralelo, La Valeta ha rechazado la entrada en sus aguas del barco Aquarius, de SOS Mediterranée y Médicos sin Fronteras, sin dar «ninguna explicación«.
La situación de los 234 inmigrantes del barco de la ONG alemana Lifeline empezaba a ser desesperada tras cinco días esperando que les asignase un puerto a 30 millas de Malta. Debido al mal tiempo en las últimas horas, los inmigrantes están pasando frío ya que toda la ropa y mantas están mojadas, según ha explicado el fundador de la organización, Axel Steier.