
Enrique de Diego
Según fuentes de toda solvencia, “Mariano Rajoy siempre ha sabido que podría contar con la parte del PSOE que obedece a Felipe González. Por eso nunca ha considerado interlocutor a Pedro Sánchez, siempre ha diferenciado entre el PSOE y éste, minusvalorándolo”.
La conjura –que pasa por Moncloa y llega hasta Zarzuela- viene de lejos. El 25 de junio, un día antes de las elecciones, la desvelamos con el título “Tongo”:
“Nuestras fuentes, que hablan sin tapujos de “traición” y “puñalada por la espalda” a Pedro Sánchez, señalan que el objetivo sería doble: frenar cualquier posibilidad de pacto con Podemos y descabalgar a Pedro Sánchez de la secretaria general, una persona que se ha vuelto odiosa para la vieja guardia socialista. En la trastienda de esta estrategia, a cargo de los mandos, está el expresidente, Felipe González.
“El auténtico amo del cortijo socialista fue muy claro en sus ataques contra Podemos en el mitin de Sevilla. El mensaje fue inequívoco respecto a la línea roja sobre Podemos. “Nosotros los socialistas no podemos tener como socios a quienes quieren trocear España”.
“El partido socialista se ha ido fragmentando y los candidatos que se presentan obedecen a los intereses y las consignas de sus jerarquías territoriales, lo que plantea riesgos fuertes de tensiones muy fuertes después de las elecciones. “Susana Díaz hace lo que dice Felipe González”, sentencian fuentes socialistas, que apuntan también “a la gran cantidad de cargos de la etapa de Felipe que gozan de saneados retiros con las llamadas puertas giratorias”.
La cita con las urnas de mañana tiene un claro tono de tongo”.
Con el título “Borboneo”, el 8 de julio, describimos que en la operación estaba la Jefatura del Estado:
“Según fuentes socialistas, la pieza clave del borboneo –un abuso de la función de arbitraje, para subvertir la voluntad popular- es Felipe González, quien ha asegurado a Felipe de Borbón que el PSOE permitirá gobernar a Rajoy.
El 25 de junio publicamos una información titulada “Tongo” conseguida por Luis Bru en la que se decía lo siguiente: “Fuentes internas de Ferraz, la sede central del PSOE, dan por seguro la existencia de un pacto secreto entre Susana Díaz y Mariano Rajoy para favorecer, con los diputados socialistas andaluces, la investidura del candidato del PP. Las mismas fuentes, que hablan sin tapujos de “traición” y “puñalada por la espalda” a Pedro Sánchez, señalan que el objetivo sería doble: frenar cualquier posibilidad de pacto con Podemos y descabalgar a Pedro Sánchez de la secretaria general, una persona que se ha vuelto odiosa para la vieja guardia socialista. En la trastienda de esta estrategia, a cargo de los mandos, está el expresidente, Felipe González. El auténtico amo del cortijo socialista fue muy claro en sus ataques contra Podemos en el mitin de Sevilla. El mensaje fue inequívoco respecto a la línea roja sobre Podemos. “Nosotros los socialistas no podemos tener como socios a quienes quieren trocear España”.
Felipe de Borbón ha tenido conversaciones habituales con Mariano Rajoy y con Felipe González de cara a evitar la celebración de unas terceras elecciones, pero también para conseguir que todo siga igual. Estamos en vísperas de un borboneo, un mangoneo de los borbones, de los que está repleta la historia reciente de España y especialmente el reinado de Alfonso XIII.
En este esquema, Susana Díaz es el ariete, pero al tiempo una simple mandada de Felipe González y, al final, de Zarzuela”.