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El fantasma de Waterloo abandona el PDeCat

Redacción




Javier de la Calle.

El fantasma de Waterloo, Carles Puigdem0nt abandona su formación política de toda la vida, con la que consiguió prebendas y subvenciones.

Final esperado para la escalada de tensión que han experimentando las relaciones entre Carles Puigdemont y el PDECat los últimos años. El expresidente catalán ha anunciado este lunes que deja de ser militante del partido heredero de Convergència. Con este paso, el líder secesionista concluye su plan para doblegar, aislar y dinamitar su antigua formación, que hoy defiende postulados «moderados» que chocan con las consignas de «choque y confrontación» que salen de Waterloo (Bélgica) y la prisión de Lledoners.

«Acabo de comunicar a David Bonvehí, presidente del PDECat, mi decisión de darme de baja del partido que preside. Seguiré trabajando, ahora como presidente de Junts per Catalunya, para mantener una relación cordial entre las dos formaciones». Así se ha despedido Puigdemont del partido en el que ha militado desde su juventud y que fue refundado por Artur Mas después de cederle la presidencia de la Generalitat a Puigdemont en 2015.

Puigdemont ha dado este paso tras un fin de semana de disputas y reproches entre Junts, su nuevo aparato político, y el PDECat, una propuesta política heredera de CDC en la que nunca ha creído. La crisis entre ambas formaciones aumentó de temperatura ayer, cuando varios cargos hoy integrados en Junts oficializaron su abandono del PDECat, con ellos, se produjo una cascada de bajas de militantes de base y cuadros locales animada por el propio Puigdemont y varios de los líderes del 1-O fugados o encarcelados.

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El detonante de esta última y definitiva crisis fue la decisión del PDECat (Partido Demócrata Europeo de Catalunya) de emprender «acciones judiciales» contra Junts per Catalunya al considerar que los de Puigdemont había «robado» una marca de su propiedad. Ello provocó la reacción airada de varios dirigentes neoconvergentes, entre ellos cientos de conejales de Junts en municipios del área metropolitana de Barcelona o de los cinco senadores que tiene Junts actualmente. Muchos de estos cargos habían decidido hace tiempo desvincularse del PDECat.

Con todo, muchos nombres relevantes de la cúpula del nuevo Junts no han dado el paso aún de abandonar su viejo partido -que en el caso de consejeros o exconsejeros como Jordi Turull o Josep Rull integran desde la juventud o la adolescencia-

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