Enrique de Diego.
Te tengo, Pedro Sánchez, por el menos pésimo de los políticos de tu generación, pero es que el nivel está muy bajo, más que los grajos vuelan cuando hace un frío del carajo. Tienes apostura, facilidad de palabra, te da lo mismo defender una postura y la contraria, volver a la primera para pasar de nuevo a la segunda. Hemos conocido todo tipos de Pedro Sánchez. Darías bien para trilero o charlatán de feria o en las viejas tómbolas para rifar la muñeca Pepona. No das para más. Pero tienes ambición de poder a raudales, aunque no tienes preparación, ansia de Falcón y de aperitivos caros y licores espirituosas y de epatar al cuñado apareciendo en la boda en avión de las Fuerzas Aéreas, después de haberte bajado del helicóptero, para andar cien metros. Eres el menos pésimo que se da en este degradante Estado de partidos que ha llegado a su estación de término, que está en estado terminal, sobre el dolor de los españoles y su miseria que paraque decir, no se lo han currado, ni han conquistado su libertad política, aburguesados han sidouna masa de hooligans, que cuarto y mitad de Florentino Pérez, una nueva Copa de Europa, y una semanita de asueto en Torrevieja han ido tirando, pastueños, lanares.
El menos pésimo porque tengo para mí que Pablito Casado, el portavoz de Rajoy que pretende a base de retórica vacua va a hacer olvidar el PP de Rajoy para volver al de Aznar, que es igual de malo o aún peor, y Santiago Abascal, el «¡viva el rey!», que se ha vuelto contra las autonomías y los chiringuitos, después de haber chupado del bote de los chiringuitos más infectos, hechos sólo para mantenerle a él… Santiago Abascal que despotrica contra el 8 M olvidándose que el 8 M estaba en Vista Alegre mimando su ego de gimnasio, sin ninguna cultura política, organizando otra orgía de coronavirus, provocada por el tonto del haba de Javier Ortega-Smith, abogado sin clientes, político de medio pelo, que ahora que ha salvado la vida, pero le quedarán secuelas, debe dimitir por la dignidad que no tiene. ¿Y quién me queda? Inés Arrimadas, nada de nada, a esa la tengo que escribir otra carta pronto porque es un pozo de mierda. Y el coletas es un macarra que no sabe de nada.
¡La que has liado, tío, que pareces un figurín de El Corte Inglés, al que te vas a cargar! Dice mi amigo Manuel Romeral que todo fue por mantener tu agenda de género y cómo le ibas a decir a Carmen Calvo que se quedaba sin manifestación, que él la conoce bien, y es un bicho y ahora está muy desmejorada, porque el coronavirus deja secuelas, como se las ha dejado a Begoña Gómez que tienes que cuidarla y que no haga la tonta que le puede aparecer de aquí a un año fibrosis pulmonar, y a tu madre y a tu suegro, el de las saunas para gays y chaperos, que no sabemos nada de ellos, y espero que estén bien dentro de lo que cabe…Irene Montero, esa no puede dejar de ser tonta, en su alucinación tardocomunista, que se ha comprado la dacha en Galapagar en vez de expropiarla, con su proyecto de familia, encima cursi, que se cree la reencarnación de una miliciana republicana, pero dando cabezazos al rey. ¡Venga ya, cortesana!
En esa auténtica corte de los milagros, me das pena, Pedro Sánchez, te has quedado sin Falcon, jugando a las batallitas con tus fases de Napoleón grillado, y ya es, echando mano al Manual de Resistencia y llorando en el hombro del mago de pacotilla de Iván Redondo, y estás desbordado en tu nuevo papel de dialogante que un día pactas con Bildu y otro con Ciudadanos, que esos se venden por nada, y luego viene Nadia Calviño con las rebajas y te las tienes que envainar. Pero tú aguantas, mantienes la compostura, mientras, sin mascarillas, que no hacían falta, según el imbécil ese de Fernando Simón, y ahora son obligatorias, ni guantes, ni gel, ni app, ni test, ni estudio serológico, nada de nada, una chapuza infame, si yo te comprendo, a ciegas, sin haber cerrado las fronteras cuando tocaba, Rambla Libre te lo exigió solemnemente el 2 de febrero, lo único que podías hacer era confinarnos como a chinos, y ahora no sabes qué hacer, porque aquí se va a liar gorda, que los ERTEs no se pagan, los ICO no llegan, no va a haber dinero para la renta mínima y el engendro que tienes por ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, la Yoli, escupe buenismo en el BOE y dice que no se puede despedir en seis meses tras los ERTEs que no se pagan, así que a las empresas van a ir como chinches al concurso de acreedores. Nada va a ser igual, va a haber un antes y un después, en el que el personal sanitario va a cobrar menos, mucho menos, los MIR después de ser muy aplaudidos van a ir al paro por secula seculorum, los pensionistas, esos tan vulnerables, al virus, van a ser muy sensibles al hachazo de las pensiones y los comedores sociales no van a dar a basto.
¡Si estás acojonado con el desconfinamiento, con eso que el neolenguaje, gramático de los cojones, llamas desescalada! Si cuando abras las Oficinas del Paro las colas van a ser kilométricas, las aglomeraciones estruendosas, y para la renta mínima va a haber tortas, pero a los funcionarios, que todos temen, con razón, cobrar menos. Y la Agencia Tributaria va a ser un caos de mil demonios con tanta autónomo dándose de baja y tanta empresa desaparecida en combate y encima quieres meter a los turistas en cuarentena, que ya me vas a decir quién va a venir, turismo de masoquistas, con un inútil de ministro como Alberto Garzón, ¡qué vaya cuadro de Gobierno, que valen algo uno o dos y hay veintidós! Y ¿de dónde vas sacar el dinero, quién va a tributar, como no seas tú y los ministros y el ejército de chupatintas y mamporreros de las 17 autonomías y todos los chiringuitos! ¡Si las feministas van a tener que ir a recoger la fresa a Huelva y los del PER van a ir a tener que hacer algo más que peonadas!
Mira, tienes a una parte de España que te odia, literalmente te odia y mucho, porque se les ha muerto el abuelo y la abuela, solos los pobrecillos, sin poder despedirlos, y sin que les consuele esas cosas que han dado en las sucias teles mamporreras, de que les cogían la mano la enfermera de la UCI, que está muy bien, pero no es lo mismo, y esa parte de España piensa que los has matado, te culpan a ti, y ahora te llaman asesino. Y las clases medias, por fin, se sublevan. ¿Te has fijado que no hay ningún político en las caceroladas, que son espontáneas, y eso tiene mucho peligro para ti y para todos los políticos profesionales? Y ahora Santiago Abascal, el de «viva el rey», fantoche coronado, que ha pegado un palo al agua en su vida, convoca manifestaciones en coche, pero ¡si no hay para gasolina y eso que ha bajado el petróleo! Y ahora viene lo peor: ¡el hambre física! La Justicia que no funciona y no funcionará jamás. Y los desórdenes y los saqueos y la eclosión social gigantesca. Pero tu tranquilo, relee el Manual de Resistencia, sigue a pies juntillas los consejos del tonto del culo de Iván Redondo y creete las encuestas de Tezanos, que las hace jugando a los dados y siempre ganas tú, que a este paso vas a ser el último de este Estado de partidos y vas ayudar poderosamente a que haya una República Constitucional, la primera. Te recomiendo la lectura de mi libro, «República Constitucional», 1,53 euros, barato, apropiado para los tiempos que corren, es infinitamente más provechoso que tú «Manual de resistencia».