Enrique de Diego.
Usted de economía, Oriol Junqueras, no tiene ni idea, ni la más remota, motivo suficiente para que usted sea vicepresidente de la Generalitat y conseller de Economía. Usted está literalmente hundiendo a Cataluña en el mar. Pero usted es un mentiroso compulsivo y uno de esos degenerados políticos que nunca es responsable de nada.
La crisis económica que usted ha montado en Cataluña, y que afectará a su odiada a España, es pavorosa. Y la ha montado usted y su cuadrilla de inútiles alucinados. Usted está instalado en una pseudoideología totalitaria cuyos síntomas coinciden con la enfermedad mental de la paranoia. Usted, Oriol Junqueras, es un enfermo crónico con un ataque agudo. Lo que ha declarado usted en TV3 es para nota: «Las empresas se van porque la Policía golpea a ciudadanos por querer votar». Hay algunas chorradas que es difícil desmontar porque están fuera de la realidad. A eso añade la «presión» que dice que está ejerciendo el Gobierno. Este Gobierno lo que está haciendo continuamente es bajarse los pantalones y mostrar una debilidad enervante, así que ese argumento no cuela.
La Policía ha tenido una actitud muy proporcional ante unos totalitarios que habían tomado colegios para proceder a un acto ilegal. La culpa de todo la tiene usted, que es un completo tarugo.
Ha dicho usted también que en las democracias «no meten en prisión a líderes de entidades pacifistas». Después de como quedaron tres vehículos de la Guardia Civil ante su Consellería, señor Oriol, llamar pacifistas a los jordis es una broma macabra. Los pacifistas son los guardias civiles que entraron a hacer el registro. ¿Se imagina usted lo que hubiera sucedido si los guardias civiles hubieran actuado como lo que son, como fuerza armada? Menos mal que esos guardias civiles demostraron templanza y más paciencia que el Santo Job. Qué cuando llegaron los forajidos de Trapero comunicaron que la situación era incontrolable. ¡Vaya con los pacifistas! Todos sabemos que ustedes son unos sectarios de tomo y lomo, tan violentos que imponen sus delirantes ideas en los colegios y llegan a tener comisarios políticos dedicados a impedir y denunciar a los niños que hablan de español.
Usted y los suyos no tienen ninguna credibilidad como víctimas. Ustedes llevan toda la vida siendo verdugos. Ustedes son los nazis de ahora. Por supuesto, salvo para abducidos, su argumentario es patético e increíble. Claro que sus seguidores sediciosos, a veces, se superan en la irracionalidad. Vicente Portal, director del sedicioso digital vilaweb, afirma que «cuantas más empresas se marchen, mejor» y que, de hecho, le provoca «una gran alegría porque son una banda de mafiosos«. Portal está subvencionado.
Me temo que los consejos de Administración de CaixaBank y Banco Sabadell no han cambiado la sede social por cuatro porrazos bien dados, sino por los 9.000 millones de depósitos que han salido a la carrera de su hucha. Me temo que los catalanes, muchos de ellos separatistas, que han pasado a Aragón a transferir su dinero no lo han hecho por la Policía sino por usted, porque usted es un desastre sin paliativos que está promoviendo el suicidio de Cataluña. Muchas de las 700 empresas que ya han salido son propiedad de notorios separatistas. Y han puesto los pies en polvorosa porque son una pandilla de hipócritas que no, a la hora de la verdad, no creen en sus propios delirios y les ha dado un ataque de racionalidad.
Mire, ustedes son una pandilla de ladrones, y aunque Rajoy cediera en todo, a lo que está muy dispuesto, ustedes hundirían Cataluña. Ya lo están haciendo. Ustedes no han hecho otra cosa que mentir hasta llegar a creer sus propias mentiras y van a seguir instalados en la mentira. Llegará un momento en que los catalanes le correrán a usted y a los que son como usted, empezando por Puigdemont, a barretinazos y pedirán quitárselos de encima.
Sus mentiras ya no las aguanta ni La Vanguardia, que habla de «tsunami económico» y es una imagen acertada. Voy a citar a Enric Hernández, director de El Periódico, un periodista que ha demostrado solvencia, quien resume su gestión económico-política, Oriol Junqueras: usted va a dejar Cataluña convertida en un erial: «Cientos de empresas en fuga, incluidas multinacionales y las sociedades cotizadas en bolsa. Miles de millones de euros de ahorros discretamente transferidos, física o virtualmente, a sucursales bancarias lejos del territorio catalán. Inversores buscando negocios inmobiliarios en entornos más apacibles que la tumultuosa Barcelona. Las reservas turísticas desplomándose. Restaurantes vacíos o semivacíos día y noche. Pedidos industriales cancelados. Trabajadores de brazos cruzados. Cierres de empresas, por mudanza o liquidación. Paro. Pobreza. Desolación. Bienvenidos a esta Catalunya que, como presagiaba su himno, al fin volvió a ser “rica y plena”, solo que no supo gozar de sus éxitos y prefirió tirarlos por el desagüe. Y, con ellos, el bienestar de las generaciones venideras».
Ustedes los separatistas son unos inútiles superlativos, los más inútiles del mundo. Mire, lo que ha sucedido en Barcelona. Tras el muy merecido encarcelamiento de Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, alias los jordis, a alguien se le ocurrió la brillante idea de llamar a concentrarse en la Diagonal, por la noche y portando velas. No sé si alguien tiene colmenas o cobra el 3% del trabajo de las abejas. Esto de las velas por la noche lo practicaba mucho Adolf Hitler. Bueno, pues sus compinches han puesto perdida la Diagonal de cera que no se podía circular. Ha habido que cerrarla y limpiarla, con cargo al contribuyente, como siempre. Así son ustedes de incompetentes e irresponsables, Oriol Junqueras.