Luis Bru.
El libro de Enrique de Diego, «Letizia, satánica y adúltera» (Amazon) se enriquece con un nuevo anexo en el que se analiza a fondo, y se investiga ofreciendo nuevas novedades, con «guerra entre los satanistas: Jay Z contra Diddy, dos monstruos del averno». Lo que le hace el mejor regalo para Navidad y Reyes. Ofrecemos los primeros párrafos:
El caso Diddy Combs sacude a toda la industria del “entretenimiento”, a Hollywood, pero en realidad es a todo Estados Unidos, a su putrefacción, a su corrupción moral, a esa luchas por el alama de los Estados Unidos, de la que ha balbuceado Joe Biden, y ha sido el aparentemente leiv motiv de su fraudulento mandato y que ha sido recogido como relevo fallido por Kamala Harris. Es un objetivo satánico y satanás ha sido abrumadoramente derrotado. Ese es el significado de lo que se dirimió el 5 de noviembre de 2024.
Antes de entrar en la secta satánica de Diddy conviene que nos detengamos en eso de la industria del “entretenimiento” en que se travestido la industria del “espectáculo”, y que engloba la industria discográfica, la cinematográfica, la del videojuego, la del circo con el domador de leones y otras fieras salvajes…Bien, el espectáculo según el Diccionario es “función o diversión pública celebrada en un teatro, en un circo o en cualquier otro edificio o lugar en que se congrega la gente para presenciarla” y “cosa que se ofrece a la vista o la contemplación intelectual y es capaz de atraer la atención y mover el ánimo infundiéndole deleite, asombro, dolor u otros afectos más o menos vivos o nobles”. En la primera acepción se necesitan multitudes y en la otra “mover el ánimo infundiéndole deleite”. Se precisa algo vivo o noble para extasiar el alma.
Jay Z y Beyoncé.
Ahora veamos qué cosa es eso del entretenimiento, concepto que se ha impuesto en estos tiempos muelles y sombríos. Entretenimi9ento es “acción y efecto de entretener o entretenerse” y entretener es “distraer a alguien impidiéndole hacer algo” o “hacer menos molesto y más llevadero algo” y “divertir, recrear el ánimo de alguien”. Por tanto, no se precisa compañía o tumulto, basta la soledad para distraer de hacer algo o hacer menos molesto el transcurrir de las horas vacías. El espectáculo es algo ocasional, que asombra e impregna el alma, son fuegos artificiales que restallan el ánimo; el entretenimiento es habitual, escapismo del tedio, hundimiento en el aburrimiento, que desarma y hace indolente ante el adoctrinamiento. El entretenimiento es lo propio de estos tiempos muelles, en los que el hombre sin atributos, sin ideales, sin principios que le comprometan se distrae en el ocaso constante de una vida sin sentido. Diddy y Jay Z no son Mozart.
Diddy suelto más de cuatro meses
Veamos ahora las tres fechas clave que determinan el fin de Diddy, su ingreso en prisión: