Así que cuando el pazguato, preparado, Felpudo.
Se prendó de la que leía las noticias
Nunca sospechó que terminaría cornudo
Por una plebeya llamada Letizia.
Más cornadas da el hambre y más se ha tirado el campechano
A veces desde la 4ª planta como a Mozarowsky Sandra,
Mándale rosas que se va de la ciudad, anda.
El caso, acostumbrada a vivir del Presupuesto,
Le hizo tilín la Corona,
Y se dispuso a aceptar la oferta con lo puesto.
Y como París bien vale una Misa y dos Roma,
A la atea hubo que hacerla en menos que canta un gallo
Católica, para matrimoniar por la Iglesia, vestir de sayo,
Para entrar en La Almudena con oropel y de blanco virginal.
Y Letizia dijo el ‘sí quiero’ con la boca pequeña, pero el ‘te amo’
Se lo dijo al empotrador navarro, Jaime del Burgo,
Cuya verga le gustaba más que el queso fresco de Burgos;
Se escenificó la farsa para el entontecido vulgo,
Y en la piscina de Zarzuela,
Donde la que no se corre, vuela,
Y en el restaurante El Latigazo
Saltaban chispas con el empotrador navarro
Que no salían, ni por asomo, con Felpudo,
Y así, sin amor desde el primer día, terminó siendo Cornudo.