Editorial.
Rambla Libre acude a tomar partido ante las elecciones europeas que tendrán lugar el 9 de junio. Esas elecciones se van a polarizar, para nosotros, en la disposición para depurar responsabilidades sobre el genocidio perpetrado durante la plandemia que ha llevado a la orgía de crimen de la timo vacunación, la reversión de la invasión que tiene lugar mediante la eliminación de nuestras fronteras y que puede acabar en una guerra religiosa y étnica y, en tercer lugar, la eliminación del maldito pacto verde que quiere acabar con el sector primario.
Esos tres gravísimos prblemas se persomalizan en la ultracorrupta Ursula von der Leyen y se sustancia en la postura que se tenga ante la maldita agenda 2030, que implica la eliminación de la especie humana, empezando por el hombre blanco, heterosexual y cristiano.
Ahora se trataría de analizar las candidaturas con respecto a tales criterios. Optamos entre la Plataforma de Alvise Pérez y Vox. Nos parece que la de Alvise Pérez es la que concita más alta nota en las tres condiciones. Es claro en lo que respecta la farsa globalista que ha significado la pandemia y la exigencia de responsabilidades penales. Esto para nosotros es fudamental. También es claro en lo que se refiere a revertir la invasión que se viene haciendo con fondos públicos. Y en lo que se refiere al sector primario, Alvise fue quien más se destacó en las protestas de agricultores y ganaderos.
🚨ALVISE EN @esRadio REVELA QUE LA PLANDEMIA Y EL COVID FUE UNA FARSA
“Fui discriminado por no vacunarme y los políticos tienen que terminar en la cárcel”👇⚠️ pic.twitter.com/1l7mPeKXSl
— EL ÚLTIMO COLINESIO Ⓜ️ (@ultimocolinesio) May 11, 2024
Alvise se ha ganado a pulso el apoyo de una parte de la sociedad española, superando las numerosas trabas que le ha puesto la casta parasitaria y ha conseguido superar el listón de firmas precisas para presentarse a las elecciones, en una movilización ciudadana admirable. Su candidatura está personalizada en sus conflictos judiciales pero eso se puede entender como un caso paradigmático de defensa de la libertad de expresión.
Viene siendo acosado por la insidia de que es colaborador del CNI, que ha sido elevada de la anécdota a categoría mediante declaraciones de Coto Matamoros, que nos merece todo el respeto. No estamos en condiciones de negarlo ni ¡ de afirmarlo. Ello nace de la especie, nos parece, de sus abundantes fuentes informativas, algunas de las «ardillas», pueden ser fuentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o del propio CNI. No es ningún secreto que en ese organismo se libra una batalla entre los patriotas, fundamentalmente agentes de acción, los agentes K, y globalistas que se reclutan entre los trepas de despacho. Es probable, y positivo, que bien pudiera el periodista Alvise Pérez haber sido elegido para recibir las confidencias del sector patriótico, ante la dificultad que presenta el sistema, por la negativa de los medios de defecación de la élite globalista, para que aflore la pàtente corrupción en la que vive. Es probable, decimos. No afirmamos ni negamos. Colaborar con el CNI, en principio, no es nigún desdoro. A nosotros nos importan las ideas y son perfectamente asumibles y se identifican con la línea editorial de Rambla Libre.
No se nos escapa que de salir eurodiputado Alvise Pérez u otros de su candidatura. el sistema tendría malas digestiones y representaría un problema muy serio. Desde ese punto de vista, el voto a Alvise es altamente conveniente. Se preocupan en exceso los de Vox al considerarlo una competencia a sus aspiraciones, por cuanto entendemos que son complementarios y se dirigen a públicos distintos. Momentáneamente, Alvise concita las voluntades de quienes tienen una larga trayectoria abstencionista.
En cuanto a Vox, falla en la primera condición estrepitosamente. Jorge Buxade hizo su oposición a Pedro Sánchez en la plandemia exigiéndole mayor celeridad en facilitar las timo vacunas, y algunos de sus cargos como Juan Luis Sttegmann destacaron por su fanatismo vacunólatra. En ese sentido, no contemplamos a Vox como una fuerza con autoridad moral para exigir responsabilidades personales a los que han llevado a cabo este genocidio, que se sigue cobrando vidas y provocando un sufrimiento incalculable.
En el tema de la invasión el discurso es claro, aunque incide más en la emigración que en la islamización, y en las autonomías donde gobierna en coalición ha propiciado pocos cambios, escudándose que está en minoría, cuando es ésta la que realmente manda o puede mandar, y en que las competencias son del gobierno. Bien podría haber amenzado con romper todos los pactos con el PP ante la regularización de 500.000 invasores. En su oposición al pacto Verde y su defensa del sector primario su discurso es encomiable y claro.
Tiene a favor su pertenencia a grupo parlamentario en la Eurocámara donde militan partidos que concitan nuestro más abosluto respeto como Alternativa para Alemania, con una posición clara en las tres cuestiones, o el PVV de Geert Wilders, que pide la prohibición del sanguinario islamismo y el cierre de todas las mezquitas. Aunque también vemos un peligro en sus lazos con Giorgia Meloni, una tibia y posible traidora. Vox espera beneficiarse de la ola arrolladora de extrema derecha que invade Europa y que eclosionará de seguro en las elecciones europeas del 9 de junio. Es una segunda opción legítima.