Luis Bru.
Es la gran sorpresa de las elecciones catalanas. La entrada de Aliança Catalana en el Parlament representa toda una revolución, llamada a modificar las políticas de emigración subvencionada, protagonizadas por el ejecutivo de Pere Aragonés, de Esquerra Republicana, la formación más castigada precisamente por esta delirante y suicida política.
Medios de comunicación que han tenazmente silenciado al partido de Silvia Orriols ahora, deprisa y corriendo, se aprestan a explicar qué es y qué medidas propone. Se ha roto el cerco mediático y ahora en el Parlament tendrá un altavoz a sus propuestas.
AC, liderado por la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, fue un partido fundado en el año 2020. En su programa electoral destaca su intención de declarar la independencia y de “expulsar definitivamente al Estado español de Cataluña”. También se posicionan a favor de una política de tolerancia cero con “la inseguridad ciudadana, el radicalismo islámico y el terrorismo”.
Aliança Catalana ha sumado en total 118.302 votos, lo que le ha ayudado a lograr dos escaños en el Parlament, uno por Girona y otro por Lleida. La alcaldesa de Ripoll ha ganado en su propio municipio, con el 33,1% de los votos. También ha resultado ser la primera fuerza en dos municipios más: Les Llosses, con 35,05%, y Campdevànol con 26,52%, ambas localidades de Girona, en la comarca del Ripollès.
A su vez, Aliança Catalana se ha convertido en la segunda fuerza de la comarca del Ripollès, por detrás de Junts. Otros municipios donde AC se ha mantenido como segundo partido más votado han sido la Baronia de Rialb, Cabanabona, Bellvís, Gombrèn, Lladurs, Nalec, Navès, Odèn, Els Omells de na Gaia, Ribera d’Ondara y Tiurana.