Enrique de Diego.
Habló con José Luis Balbás, uno de los hombres más lúcidos que conozco, de finos análisis geopolíticos, con el decisivo contenido económico, y el resumen de la conversación es tan contundente como clarividente: la agenda 2030 no tendrá lugar; ha fracasado totalmente.
Los cuatro fondos de inversión o fondos buitre han renunciado a la demencial agenda verde o ecofascista. Son Black Rock, Vanguard, JP Morgan y Black Storn, que junto a multimillonarios, se nutren de planes de pensiones de ahorradores norteamericanos, ya que en USA no tienen Seguridad Social. No encuentran rentabilidad ya al coche eléctrico, a las fotovoltaicas y a los molinillos, que siempre han sido un engaño y una forma de estafar a gran escala a los sufridos y expoliados contribuyentes, sobre todo europeos.
Los árabes le han dado la espalda a Estados Unidos y la dolarización de la economía se fundamentó en el acuerdo entre USA y Arabia Saudí. Ahora los saudíes se han ido a los BRICS, junto con Irán, Abu Dabi y Nigeria. No hay una alternativa clara al dólar, estamos aún en terreno de nadie. Pero hete aquí que mandan los combustibles fósiles, el petróleo y el gas, en donde Rusia tiene mucho que decir. Los paganos somos los europeos a los que Rusia, mediante el acuerdo entre Putin y Ángela Merkel, servía esos productos tan preciados a bajo coste, pero que la guerra con Ucrania y la demencial postura europea ha envenenado.
Alemania es la peor parada. Ha perdido fuelle exportador. España, la España del imbécil de Pedro Sánchez, es una auténtica locura de estupidez irrestricta, un país de servicios que podría ser una potencia agrícola y ganadera, sectores a los que se está atacando, con un presidente fantasma con una orgía de corrupción, que afecta a su propia mujer, Begoña, con la que tiene régimen de gananciales, con lo que cualquier juzgado de instrucción le puede hacer mella. Entregado a partidos vascos y catalanes que son una escoria y una guarida de ladrones.
Con Larry Flink, el ceo de Black Rock, dando la espalda a la agenda verde, esencial para la 2030, con el globalismo desarticulado y dividido con George Soros agonizante a los 96 años y cerrándosele las puertas en medio mundo, teniendo que reducir la Open Society al cincuenta por ciento, con el tarado genocida Bill Gates, desacreditado tras el fiasco del envenenamiento masivo de la población, echado de Microsoft, y con el fatuo Klaus Schawb, un falso rico que tiene cuatro hoteles en Suiza, el globalismo agoniza en un tono patético. Los Rothschild, tras la muerte del patriarca, Jacob, están divididos, desmantelados.
Una pieza fundamental, Ursula von der Leyen tiene los días contados. Su esposo ha sido cogido con las comisiones de Pfizer. Y las elecciones europeas van a ser la puntilla, donde el socialismo va a tener un sonoro batacazo, y los conservadores y democristianos también, a manos de la extrema derecha. No van a tener los 370 eurodiputados sin los que no se puede gobernar. Ursula está kaput.
A Europa no le queda otra que apostar por las centrales nucleares y empezar a deportar. La farsa se ha terminado.