AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


Carta del Editor: Ningún producto hortofrutícola de procedencia extracomunitaria ha de entrar en la Unión Europea

Redacción




Enrique de Diego.

La Comunidad Económica Europea, que tuvo su precedente en el Tratado de Libre Comercio del Carbón y el Acero, fue la obra de dos grandes estadistas de la posguerra: el alemán Konrad Adenauer y el francés Charles de Gaulle, dos viejos católicos, que tenían de fondo el enquistado conflicto germano-francés que desde la guerra de 1870, que le costó la corona a Napoleón III, había seguido en las dos guerras mundiales. Fie clave la sintonía personalidad de ambos dos. De Gaulle citó el 14 de septiembre de 1958 a su castillo en Colombey-les.deux-églises al alemán, y de ahí nació una amistad que no hizo más que acrecentarse a lo largo de cuarenta reuniones y también nació la Comunidad Económica Europea, con la que se creó una zona de libre comercio en la que aunaban las ventajas económicas para la pujante industria alemana y la floreciente agricultora francesa, que conseguía ventajas mediante la PAC. Jean Monet en Bruselas las pocas decenas de eurócratas. La mediocridad de los dirigentes posteriores han sido incapces de domesticar a lo que ha ido siendo la expansiva Unión Europea y evitar que hayan tomado el poder los burócratas de la corrupta Bruselas y no hayan mantenido la zona de libre comercio dibujada por el Tratado de Roma, al que es urgente volver.

Ahora nos encontramos con el absurdo de que nuestros agricultores tienen que hacer frente a un sinfín de regulaciones dictadas por burócratas que no han pisado nunca el campo, sin pies ni cabeza, pero sumisos a los planes globalistas de exterminar al sector primario, mientras tienen que hacer frente a la competencia desleal de productos extracomunitarios, que lejos de tener esas regulaciones, nos llegan envenenados, como está sucediendo con el trigo ucraniano, o no atienen a las prolijas y desquiciadas directivas europeas, con lo que se ha llegado al absurdo de que nuestros agricultores y ganaderos no pueden competir, producen a pérdidas, mientras en realidad la zona de libre comercio es la de los países extracomunitarios, con lo que la Unión Europea, ahora liderada por una ultracorrupta como Ursula von der Leyen, que pretende perpetuarse en un segundo mandato, deja de ser ventajosa para ser un lastre suicida o realmente genocida.

NO TE LO PIERDAS:   Ciudadanos de Andalucía: Un partido dividido en clanes y pandillas

Nuestros agricultores y ganaderos desesperados están protestando porque a los extracomunitarios se les exija lo mismo que a ellos, cuando lo lógico y lo sensato, y la idea fundacional, es que se prohíba taxativamente la entrada de cualquier producto extracomunitario. Todo lo que no sea el fin de las asfixiantes regulaciones y las prohibición de la entrada de productos de terceros países es desquiciante y gravemente gravoso. Porque eso es lo que pretende la diabólica Agenda 2030, a la que están sometidos conservadores y socialdemócratas, las dos caras del Juno globalista.