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Moderna pierde la patente europea de timo vacuna contra COVID en litigio con Pfizer y BioNTech

Redacción




Bill Pan.

La Oficina Europea de Patentes ha invalidado una de las patentes de Moderna para su vacuna contra el COVID-19 de ARNm, lo que supone una victoria para el competidor alemán del gigante de las vacunas, BioNTech.

La patente en cuestión, que figura como EP3718565 en el Registro Europeo de Patentes, protege “vacunas contra virus respiratorios”. Entre los que se oponen a la patente figuran BioNTech, su socio Pfizer y la empresa farmacéutica francesa Sanofi.

BioNTech confirmó el martes la noticia, afirmando que “comprende y acoge con satisfacción” la decisión de la autoridad europea de declarar inválida la patente.

“La decisión de la Oficina Europea de Patentes es importante, ya que creemos que ésta y otras patentes de Moderna no cumplen los requisitos para su concesión y nunca deberían haber sido concedidas”, añadió.

Moderna, por su parte, “no está de acuerdo” con la revocación. “Seguimos creyendo en la solidez y validez de la patente 565 y apelaremos esta decisión”, declaró en un comunicado la empresa con sede en Cambridge (Massachusetts).

En su carrera por acaparar el mercado comercial de vacunas contra el COVID después de la pandemia, Moderna y BioNTech están librando una serie de batallas judiciales por las patentes de las tecnologías de ARNm que han estado utilizando para desarrollar las vacunas.

El año pasado, Moderna presentó demandas por infracción de patentes tanto en Alemania como en Estados Unidos, alegando que la tecnología de ARNm utilizada para fabricar la vacuna Comirnaty de Pfizer y BioNTech infringe tres patentes que cubren su propia vacuna Spikevax.

En concreto, Moderna alegó en su demanda de agosto de 2022 que Comirnaty tiene “exactamente la misma modificación química del ARNm” que Spikevax. Esta modificación química particular fue supuestamente creada por los científicos de Moderna en 2010 para evitar que la vacuna cause una respuesta inmune no deseada cuando el ARNm se introduce en el cuerpo del paciente.

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Además de eso, Moderna acusó a Pfizer y BioNTech de “copiar” el enfoque de Moderna de encapsular ARNm de longitud completa productor de proteínas de espiga dentro de nanopartículas lipídicas (LNP) para su administración en células.

“Presentamos estas demandas para proteger la innovadora plataforma tecnológica de ARNm en cuya creación fuimos pioneros, invertimos miles de millones de dólares y patentamos durante la década anterior a la pandemia de COVID-19”, declaró el año pasado Stéphane Bancel, director ejecutivo de Moderna.

Otras empresas farmacéuticas luchan por obtener crédito
En respuesta a las acusaciones, Pfizer y BioNTech argumentaron que esas tres piezas tecnológicas —las modificaciones químicas del ARNm, la PNL y la codificación de la proteína de espiga de longitud completa— o bien existían antes de la solicitud de patente de Moderna o implicaban la contribución de demasiados científicos ajenos a Moderna como para que ésta pudiera atribuirse todo el mérito.

“Nos sorprende el litigio, dado que la vacuna contra el COVID-19 se basó en la tecnología de ARNm patentada por BioNTech y fue desarrollada tanto por BioNTech como por Pfizer”, declaró entonces un portavoz de Pfizer, añadiendo que la empresa se defendería “enérgicamente” de las acusaciones.

Pfizer y BioNTech también se enfrentan a demandas de otras empresas que afirman que la vacuna Comirnaty infringe sus propiedades intelectuales.

La alemana CureVac, por ejemplo, demandó a BioNTech en Alemania en julio de 2022. Alegó que Comirnaty infringe cuatro patentes “acumuladas durante más de dos décadas de trabajo pionero” en el campo del ARNm, incluidas las relacionadas con la ingeniería de moléculas de ARNm, como las modificaciones de secuencia para aumentar la estabilidad y potenciar la expresión de proteínas.

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Por su parte, Alnylam Pharmaceuticals, una empresa también con sede en Cambridge (Massachusetts), ha demandado en Estados Unidos tanto a Moderna como a la asociación Pfizer-BioNTech, alegando que las vacunas contra el COVID de ambas infringen patentes de las que es titular sobre tecnologías relacionadas con la PNL.

Otras dos empresas, Arbutus Biopharma de Canadá y Genevant Sciences de Massachusetts, también han demandado a Moderna por patentes que cubren “partículas de ácido nucleico-lípido y vesículas lipídicas, así como composiciones y métodos para su uso”.

Hay mucho en juego en un mercado que está pasando de un modelo impulsado por las compras públicas a un modelo comercial privado tradicional. En 2022, Pfizer BioNTech vendió conjuntamente su vacuna Comirnaty por valor de 56,000 millones de dólares, encabezando la lista de los medicamentos más vendidos del año. Spikevax, de Moderna, también tuvo éxito, generando unos ingresos de 18,400 millones de dólares el año pasado.