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César Vidal, solo frente a los trepas de Somalo y Brandau

Redacción




Reproducimos un capítulo del libro «La gran traición», del que es autor Enrique de Diego, de venta en Amazon, en el que se narran las salvajes zancadillas puestas al gran César Vidal y que motivaron su salida de Es Radio y Libertad Digital:

Todos los expertos empresariales contactados por Rambla Libre coinciden en señalar el alto riesgo que representa como negocio la casi absoluta personalización de la empresa. Al margen de la terminal situación en la que se encuentra el Grupo Libertad Digital, y que le lleva a lanzar a solo dos años de la anterior una nueva ampliación de capitales por 1,5 millones de euros a fin de generar tesorería con urgencia, si Losantos, por ejemplo, se quedara afónico el Grupo carecería de viabilidad.

Losantos, además, ha sido incapaz de hacer equipo: Germán Yanke, José María Marco, Pío Moa, Javier Rubio, Alberto Recarte son algunos de los nombres que han pasado y han desaparecido de Libertad Digital.

Lo más grave y desconcertante es que Federico Jiménez Losantos nunca ha creído en el Grupo tan identificado con su persona. Losantos no ha conseguido superar en ningún momento su salida de la COPE. Libertad Digital fue pensado como una especie de complemento, de contratuerca para evitar ser removido de la cadena de los obispos, y en último término un cuartel de invierno. Respecto la COPE, Losantos ha generado una extraña mentalidad patrimonial. El locutor ha hecho lo posible y lo imposible para volver. Se ha reunido en varias ocasiones con el presidente de COPE, Fernando Giménez Barriocanal, quien quizás con interés en evitar guerras mediáticas, nunca dejó de alentar vagas –y a la postre, vanas- esperanzas.

Por extraño que pueda sonar César Vidal ha sido la única persona que creyó en Libertad Digital y esRadio como una cadena y un Grupo que era preciso hacer viable y que podía ser altamente influyente. Por eso, tras el desastre montado en Libertad Digital TV por Dieter Brandau, que llevó a pérdidas superiores a los 5 millones de euros, movió sus contactos en Estados Unidos para vender las cinco licencias de TDT concedidas por Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid. La operación con Trinity Broadcasting Network se saldó con el ingreso de 3 millones de euros, que hubieran debido servir para dar estabilidad al proyecto, lo que no han hecho los depredadores Javier Somalo y Dieter Brandau, quienes, curiosamente, según fuentes internas, intentaron marcharse varias veces, pero nadie los quiso. Con sinceridad, no resulta sorprendente. Luis Herrero también ha intentado en varias ocasiones buscar una salida.

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César Vidal hizo todas las gestiones de la venta de las licencias de TDT a Trinity sin ningún lucro personal, sin cobrar ninguna comisión, magnanimidad que puede llegar a resultar incomprensible. Desde Estados Unidos, donde se encontraba, llamó de inmediato a Losantos. Tenía una espina clavada y quería sacársela: se había bajado el salario a los redactores, que cobraban sueldos miserables. Por supuesto, a diferencia de los amigos y aduladores de Federico Jiménez Losantos que conforman una especie de aristocracia depredadora. Los redactores del programa de César Vidal, titulados universitarios con experiencia y profesionalidad, percibían 800 euros al mes (luego serían despedidos en una auténtica purga tras la marcha de Vidal). Como un detalle deplorable añadido, se les empezó a cobrar el aparcamiento del auto y la moto.

Al darle la noticia a Federico Jiménez Losantos, César Vidal, según fuentes de su exequipo, le dijo que había que volver a subirles el sueldo. Losantos comprometió su palabra de honor de que era lo primero que iba a hacer. El de Teruel nunca cumplió su palabra ni hizo honor a su compromiso.

Es preciso hacer aquí solemnemente una rectificación. En una información anterior indiqué que a raíz de la venta de las licencias de TDT se dio un dividendo a los 900 accionistas. Esto no fue así. No se corresponde con la realidad. Dos accionistas de Libertad Digital alertaron a través del twitter de Enrique de Diego del error. En efecto, nunca, ningún año, se han repartido dividendos o beneficios entre los accionistas. Seguimos una información de El Confidencial de 17 de julio de 2013 que nunca fue desmentida: «Vidal sugirió una subida de sueldos, pero Losantos optó por repartir beneficios entre los alrededor de 900 accionistas del grupo».

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https://www.elconfidencial.com/comunicacion/2013-07-17/cesar-vidal-rompe-con-jimenez-losantos-cansado-de-estar-a-su-sombra_252168/

Esa información, vista con perspectiva, contiene la versión oficial de Losantos y Somalo, con algunos aspectos que sugieren intencionalidad de denigrar a César Vidal, el único que creyó en un proyecto que ha sido utilizado por otros para el lucro personal.

Por el contrario, en el seno de Libertad Digital siempre se ha dado por hecho que a raíz de la venta de Libertad Digital TV Javier Somalo y Dieter Brandau –“dos nulidades”, como los define un experto en medios de comunicación- percibieron un bonus, aunque nada tuvieron que ver con aquella operación. Pero es un rumor no confirmado. Somalo se perfila cada vez más como el hombre de paja económico de Jiménez Losantos.

A las pocas semanas de abandonar el Grupo, a César Vidal le ofrecieron comprarle las acciones y si bien perdió dinero las vendió loco de contento porque recuperaba algo. Según fuentes solventes, la compradora de ese paquete fue Emilia Landaluce Galbán, una aristócrata que encadilaba al paleto de Orihuela del Tremedal que Losantos nunca ha dejado de ser.