Tom Ozimek.
Target ha vuelto a desatar las críticas de los conservadores después de que el minorista sacara a la venta adornos navideños que algunos consideraban demasiado “woke”, como un Papá Noel negro en silla de ruedas o una figurita envuelta en parafernalia del “orgullo” con los colores del arco iris.
End Wokeness, una destacada cuenta conservadora en X con más de 1.8 millones de seguidores, compartió varias fotos de adornos navideños que ahora se ponen a la venta en Target.
“Target se ha superado a sí mismo este año para Navidad”, escribió End Wokeness en un post en X, con una imagen en la que se ve a un Papá Noel negro sentado en una silla de ruedas y otra en la que aparece una figurita con un gorro multicolor del “orgullo” mientras sostiene también una bandera arcoíris.
Varios comentaristas reaccionaron con críticas e insinuaron (o directamente pidieron) un boicot.
“Vaya, vaya. Uno pensaría que habrían aprendido de la última vez. ¿Cuándo empezarán las empresas a darse cuenta de una vez? Go woke, go broke!”, publicó una persona.
“Todo el mundo se está preparando para volver a boicotear Target hasta que quiebre”, escribió otra.
Otros comentaristas recordaron anteriores llamamientos al boicot después de que Target lanzara su línea de ropa del “orgullo” durante el verano, que incluía artículos de temática LGBT destinados a los niños.
“No he vuelto a entrar en uno desde la debacle de la ropa interior tick it. Prohibido de por vida”, escribió un comentarista, refiriéndose al llamado bañador “tuck-friendly” que la gran tienda ofrecía durante el verano para personas transexuales.
Mientras que algunos comentaristas conservadores afirmaban que el bañador era para niños, los ejecutivos de Target rebatieron esas afirmaciones e insistieron en que el artículo era para adultos.
¿Boicot 2.0?
El gigante minorista con sede en Minnesota fue objeto de críticas a principios de este año tras lanzar su colección “orgullo” a principios de mayo, en la que ofrecía más de 2000 productos, entre ropa, libros, artículos para el hogar y calendarios, algunos de ellos dirigidos a los niños.
Por ejemplo, los libros para niños de 2 a 8 años tenían títulos como “Orgullo 1,2,3”, “Adiós, binario” y “No soy una chica”. Target también sugirió “El libro de los pronombres” para niños de 0 a 3 años. En decoración del hogar, Target ofrecía tazas con la etiqueta “Gender Fluid”. También ofrecía trajes de baño transgénero para adultos con una característica “tuck-friendly”.
Las acciones de la empresa provocaron considerables reacciones negativas en Internet, lo que dio lugar a llamamientos generalizados al boicot y a la retirada de algunos de los artículos más controvertidos de sus estanterías.
Un exdirectivo de Target dijo que hubo un artículo que provocó los mayores llamados al boicot.
“Nunca había visto un caso en el que un solo artículo, ese bañador tuck, fuera realmente lo que marcaba la diferencia frente a los competidores. Ahí es donde se cometió el gran error”, declaró Gerald Storch, exvicepresidente de Target, en una entrevista reciente.
Después de que Target lanzara la línea de ropa “pride” y otros artículos en mayo, provocando llamadas al boicot, el precio de sus acciones se desplomó de unos 160 a 130 dólares por acción.
Los nuevos llamamientos al boicot se producen cuando Target ha publicado su informe de resultados del tercer trimestre, que muestra un descenso de las ventas del 4.9 por ciento en comparación con el trimestre comparable del año pasado. Esto incluye una caída del 4.6 por ciento en las ventas en tiendas y una disminución del 6 por ciento en las ventas en línea.
Los ingresos totales de Target, de 25.400 millones de dólares, fueron un 4.2 por ciento más bajos que el año pasado, y parte del descenso se debió a una “mayor pérdida de inventario”, que es el código para el robo al por menor.
La empresa informó en un comunicado de que ofrecía más de 10,000 artículos nuevos antes de Navidad, aunque no entró en más detalles que decir que miles son “regalos imprescindibles” y “artículos exclusivos de Target en muchas categorías”. Entre ellos se incluyen, presumiblemente, los artículos que los detractores de la firma han tachado de “woke”.
“En el tercer trimestre, nuestro equipo continuó navegando con éxito nuestro negocio a través de un entorno externo muy difícil”, dijo Brian Cornell, director ejecutivo de Target, en un comunicado.
Además de Target, otras empresas, como Anheuser-Busch, fabricante de Bud Light, PetSmart, Chick-fil-A y Walmart, también se han enfrentado a llamamientos al boicot debido a su apoyo a la agenda LGBT.
Bud Light se enfrentó a una oleada de peticiones de boicot tras su asociación de marketing con Dylan Mulvaney, una personalidad masculina de las redes sociales que se identifica como mujer.
Mulvaney, que tiene más de 10 millones de seguidores en TikTok, publicó una serie de vídeos promocionando Bud Light y mostrando una lata de Bud Light personalizada con su imagen. Los conservadores acusaron a la marca de promover una agenda transgénero y llamaron al boicot.
El cantante Kid Rock utilizó latas de Bud Light como blanco de tiro para expresar su enfado con la campaña promocional, mientras que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo que boicotearía Bud Light.
Una señal de que el boicot contra Bud Light estaba surtiendo efecto fue que la marca fue desbancada recientemente como la más vendida en Estados Unidos por su competidora Modelo.