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Carta del Editor: El sínodo de la satanidad y los abominable nicolaítas

Redacción




Enrique de Diego.

La Revelación de Cristo terminó cuando murió él último de los Doce Apóstoles. Y no cuando Bergoglio le dio la gana. Bergoglio es, por tanto, un tirano. Al ser un Código Revelado cerrado nuestra religión puedo sentirme seguro con normas objetivas a las que todos nos debemos.

Benedicto XVI lo definió bien cuando se describió como «siervo de los siervos de la viña del Señor». Bergoglio suplanta a Dios modificando la doctrina y las normas morales, con su secta bergogliana que se semeja a los herejes nicolaítas, que aparecen en el frontispicio del Apocalipsis como abominables ante Dios:. dice a la Iglesia de Efeso que «tengo contra ti que has abandonado tu amor primero. Acuérdate, pues, de dónde has caído. conviértete y haz las obras primeras. Si no, vendré a ti y removeré tu candelabro, si no te conviertes. Con todo, tienes esto a favor: que aborreces las obras de los nicolaítas, que yo también aborrezco». Y a la Iglesia de Pérgamo: «también tú tienes a los que profesan igualmente la doctrina de los nicolaítas. Conviértete, pues; si no, vendré pronto a ti y combatiré contra ellos con la espada de mi boca».

¿Quién son estos nicolaítas que tanta saña combate el Señor Jesús y que lleva al elogio de la Iglesia de Efeso porque, a pesar de todo, tiene a su favor que los aborrece? Pues son ni más ni menos la secta bergogliana. Tucho Fernández, esa broma pesada que ha sido nombrado prefecto de la Congregación de la Santa Fe, ha escrito en las redes sociales que se disponen a abolir el pecado. Igual que los nicolaítas que fue un movimiento herético que despreciaba el valor de la encarnación y la redención de Jesús, y por supuesto negaban el hecho histórico de su Resurrección; con su conducta pagana se alejaban de las radicales exigencias del Evangelio.

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Son herejes modernistas que tienen sus precedentes en los nicolaítas, abominables, aborrecibles ante el Señor. ¡Ven, Señor, no tardes!