Enrique de Diego.
Santa Bernadette Soubirous, en una ocasión, en que se levantó el infundio de que había bendecido dijo que «las mujeres no llevan estola». Brillante respuesta de quien es una Santa, está en el Cielo, que es la máxima aspiración de todo Cristiano. A Santa Bernadette se lo había prometido la Virgen -no os puedo prometer la felicidad en este vida, pero sí en la otra- y se lo ganó por méritos propios como una gigante de la santidad.
A la Santísima Virgen lo verdaderamente importante es la gran apostasía que cometen y perpetran los miembros de la secta bergogliana en ese aquelarre del Sínodo de la Sinodalidad. Uno de los temas cantados que va a salir de esa tenida perversa es la ordenación de las mujeres. Uno de los relatores, el obispo australiano, Shane MacKinlay demostrando una ignorancia supina y una falta de fe abismal, dice que «me alegro de que se esté abordando el tema» porque «creo que es necesario discutirlo a nivel universal» de forma que «ciertamente lo agradecería» que saliera adelante.
El hereje modernista del Shane MacKinley de los cojones no debe ignorar que Nuestro Señor Jesucristo no quiso que se ordenaran mujeres e instituyó la Eucaristía en la Última Cena con sólo discípulos varones, teniendo a la figura más excelsa, la Virgen María, y teniendo a las santas mujeres, que dieron muestra de mayor entereza cuando Nuestro Señor nos redimió de nuestros pecados con su Sacrificio en la Cruz. Cuando Pedro va a elegir uno que sustituya a Judas para «compartir este ministerio» eligen a Matías y durante 2023 años ha sido así la sucesión apostólica. San Juan Pablo II reiteró que la Iglesia «no puede» ordenar a las mujeres. No se ordenó a Santa Teresa de Jesús ni a Santa Catalina de Siena ni a Santa Clara de Asís ni a Santa Teresa de Calcuta, pero pocos las igualan en santidad, que es lo que importa.
Pero los malditos bergoglianos como Bergoglio, hombres sin fe, creen en su propio poder tiránico y consideran que la Revelación de Jesucristo «crece y se desarrolla» están dispuestos a recorrer la senda de los anglicanos que tienen sus iglesias vacías, no medio llenas sino completamente vacías. No se puede ordenar a mujeres se ponga como se ponga el hereje modernista Bergoglio, excomulgado, y su corte de lameculos herejes modernistas. Eso ya no sería la Iglesia Católica de Cristo sino la pequeña secta de Bergoglio.