Jack Phillips.
Un grupo médico ha lanzado una advertencia sobre el uso de mascarillas para los virus respiratorios como el COVID-19, argumentando que los estudios demuestran que no evitan su propagación y que, en cambio, violan el derecho de los pacientes al consentimiento informado.
“Dado que los mandatos de uso de mascarillas son contrarios al principio médico fundamental del consentimiento informado, deben anularse todos los mandatos de uso de mascarillas actualmente en vigor, y no deben imponerse mandatos en el futuro”, afirmó en un comunicado la Asociación de Médicos y Cirujanos Estadounidenses, un grupo médico alineado con los conservadores desde hace mucho tiempo, probablemente en respuesta a los recientes mandatos de uso de mascarillas en los hospitales que se volvieron a imponer en agosto.
El grupo hizo referencia a la investigación, incluyendo un documento reciente de la Base de Datos Cochrane de Revisiones Sistemáticas que concluyó que numerosos estudios “no mostraron una clara reducción de la infección viral respiratoria con el uso de mascarillas médico-quirúrgicas”, mientras que “no hubo diferencias claras entre el uso de mascarillas médico-quirúrgicas en comparación con los respiradores N95/P2 en los trabajadores de la salud cuando se utilizan en la atención de rutina para reducir la infección viral respiratoria.”
Por el contrario, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. y otras agencias sanitarias han afirmado que el uso de mascarillas es eficaz y han citado varios estudios para respaldar esta afirmación. Anteriormente, los CDC habían recomendado el uso de mascarillas en una amplia gama de entornos durante la pandemia de COVID-19, y también mantuvieron una orden de emergencia que exigía el uso de mascarillas en el transporte público, que fue anulada por un juez el año pasado.
Desacuerdo sobre la seguridad
La emergencia de salud pública federal por la pandemia de COVID-19 expiró en mayo.
Pero a lo largo de los años se han realizado numerosos estudios en todo el mundo que han demostrado que el enmascaramiento puede no ser eficaz. Según el grupo de médicos, otros estudios también han demostrado que el uso de tapabocas y mascarillas tiene sus inconvenientes, ya que, si se llevan durante un periodo prolongado, pueden provocar trastornos cognitivos, problemas cutáneos y dolores de cabeza.
También hizo notar un documento reciente, citando datos experimentales, que ha demostrado que “el contenido de dióxido de carbono en el aire inhalado aumenta de media hasta 13.000 y 13.750 ppm independientemente de que los niños lleven una mascarilla quirúrgica o una FFP2”, lo cual “está muy por encima del nivel de 2.000 ppm considerado el límite de aceptabilidad y por encima de las 1.000 ppm que son normales para el aire en habitaciones cerradas”.
En los niños, el enmascaramiento puede ser perjudicial para el desarrollo del habla y el lenguaje, mientras que “la sociedad requiere el reconocimiento facial como componente más básico de la interacción y la comunicación”, según la Asociación de Médicos y Cirujanos Americanos.
“Los estudios realizados en personas con degeneración macular asociada a la edad han demostrado que “la percepción deficiente de los rostros en la DMAE es un aspecto importante que contribuye al deterioro de las interacciones sociales y la calidad de vida””, afirma la organización. “El enmascaramiento voluntario sin beneficio contribuye a la alienación social”.
La advertencia se produce cuando un puñado de hospitales, escuelas, oficinas y al menos un gobierno de condado de EE. UU. ha exigido máscaras faciales en medio de un pequeño aumento en las hospitalizaciones por COVID-19.
Nuevos mandatos
El viernes, el Centro Médico de la Universidad de Chicago, en Illinois, anunció que los empleados están obligados a llevar mascarillas cuando traten con pacientes. A partir de agosto, varios hospitales del norte del estado de Nueva York, California y Massachusetts empezaron a imponer el uso de mascarillas, aunque algunos de ellos no lo exigían ni a los pacientes ni a los visitantes, sino solo al personal.
En agosto, una universidad de artes liberales de Atlanta confirmó que había restablecido temporalmente la obligación de utilizar mascarillas en respuesta a lo que consideraba infecciones entre los estudiantes. El presidente de la universidad declaró a los medios de comunicación a principios de septiembre que, transcurridas dos semanas, la universidad había anulado la norma.
Más recientemente, una escuela primaria del condado de Montgomery (Maryland) anunció que exigiría mascarillas en una clase de preescolar después de que varios alumnos dieran positivo en las pruebas del virus. Esto provocó la protesta de varios conservadores en las redes sociales, incluido el senador Ted Cruz (republicano de Texas).
“Para ser claros, los rumores sobre un mandato federal de mascarillas no son ciertos”, declaró a The Associated Press Jeff Nesbit, subsecretario de Asuntos Públicos de Salud y Servicios Humanos. “Ahora disponemos de una serie de herramientas para que la gente se proteja del impacto del COVID-19, como vacunas, pruebas caseras y tratamientos. El enmascaramiento es una de las varias medidas que las personas pueden elegir para protegerse si así lo desean.”
Anteriormente, funcionarios de los CDC y de la Administración de Seguridad en el Transporte han declarado a los medios de comunicación, incluido The Epoch Times, que no se han mantenido conversaciones sobre la obligatoriedad de las mascarillas o los cierres patronales.
Cuando los CDC recomendaron nuevas inyecciones de la vacuna COVID-19 para casi todos los estadounidenses mayores de seis meses, la directora de la agencia, Mandy Cohen, fue preguntada por los periodistas sobre si los mandatos están sobre la mesa.
“Lo que veo es que no veo ninguna necesidad de mandatos o ese tipo de cosas en este momento. Pero tenemos que seguir vigilando este virus, viendo cómo cambia, y si necesitamos hacer otras recomendaciones, las haremos”, dijo el martes la directora de los CDC.