Dos encuestas recientes han encontrado que a pesar de la incesante propaganda que promueve la narrativa del calentamiento global provocado por el hombre, el escepticismo sobre el cambio climático está creciendo a nivel mundial.
Una encuesta realizada por un grupo dentro de la Universidad de Chicago preguntó a los estadounidenses si los humanos estaban causando todo o la mayor parte del cambio climático.
Mientras que el 60 por ciento tenía esta creencia hace cinco años, esa cifra ahora se ha desplomado al 49 por ciento.
Una encuesta reciente de IPSOS que cubrió dos tercios de la población mundial también encontró que casi cuatro de cada 10 personas creen que el cambio climático se debe principalmente a causas naturales.
“Quizás la estadística más sorprendente de la encuesta del Instituto de Política Energética de la Universidad de Chicago (EPIC) es que el 70 % de los estadounidenses no están dispuestos a gastar más de $2,50 a la semana para combatir el cambio climático”, escribe Chris Morrison .
“Casi cuatro de cada 10 estadounidenses dijeron que no estaban dispuestos a pagar un par de centavos. A pesar de décadas de implacable propaganda verde del día del juicio final diseñada para acorralar a las poblaciones para que vivan bajo una sociedad colectivista ordenada por Net Zero, parece que la gran mayoría de los estadounidenses no están dispuestos a pagar ni siquiera el cambio tonto en sus bolsillos traseros para detener el cambio climático «.
Tal escepticismo es francamente sorprendente dado que la ‘narrativa oficial’ sobre el cambio climático provocado por el hombre ha sido amplificada con vehemencia por cada una de las principales entidades gubernamentales, corporaciones, medios de comunicación e instituciones culturales existentes.
El hecho de que ‘el régimen’ todavía esté luchando por convencer a un gran número de personas de que el cambio climático es culpa de los humanos y representa una amenaza existencial representa un fracaso masivo de reeducación y lavado de cerebro.
Como destacamos ayer, los gigantes de las redes sociales caracterizan cada vez más cualquier escepticismo sobre el cambio climático como una opinión prohibida.
TikTok se ha convertido en la última plataforma en anunciar que cualquier contenido que desafíe el dogma sagrado del calentamiento global será «verificado» y eliminado.