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Carta al lacayo adiestrado Santiago Abascal: Eres la coartada de la maldita agenda 2030

Redacción




Enrique de Diego.

Eres previsible, Santi, majete. Eras la coartada del sistema, del que has vivido y has servido toda la vida, y ahora eres la mera coartada de la maldita agenda 2030. Si todos hablan a favor de la desquiciada, liberticida y genocida agenda 2030, es fundamental que alguien frene la rebelión popular que se gesta con una formación que adopte la retórica contra la agenda, y ese papel te corresponde ocuparlo a ti y a Vox, que sois los peores y los mejores lacayos adiestrados. Mucha retórica y pocas nueces, cuando el sistema atufa a un pacto PSOE y PP, o PP y PSOE. tanto monta, monta tanto, la inmundicia de la mano de la escoria, y tú te quedas fuera de juego, pero eres incapaz de romper la baraja y hacer añicos, por ejemplo, el pacto de gobierno de Castilla y León, porque ahí hay pasta gansa pública y amiguetes y familiares colocados en todos los numerosos chiringuitos, esos con los que ibas a acabar y de todos los has tragado todos, que, ya se sabe, más cornás da el hambre.

Juan Luis Steegmann.

No dijiste ni mú contra el genocidio de la timo vacunación, tu partido pidió a Perico Sánchez más ritmo, más celeridad en provocar el exterminio y tener más timo vacunas a tiempo; te refresco la memoria. Tu mansión apesta a botica. Tienes un diputado -y no se mueve nada en Vox que no lo controles tú, chulito y ganapán de gimnasio-, Juan Luis Steegmann, que dice que no es la voz de su amo, pero su chiringuito llamada fundación está oronda de pasta de las farmacéuticas, que siente pasión por pinchar el veneno de muerte a todo el mundo y hasta la cuarta dosis letal, hasta que la OMS le ha dejado con el pompis al aire diciendo que se acabó la farsa. Dejaste asesinar a 114.000 ancianos, para ‘justificar‘ la timo vacunación letal, tan jaleada por el Steegmann ese de los cojones, sin levantar tu voz indignada, lejos de eso, callaste como una puta babilónica. Steegmann, al que tú encumbraste y tuviste el máximo interés en que fuera el responsable, o irrespondable, la responsabilidades ya se le exigirán, de sanidad en tu cochambre de partido.

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El teniente general Manuel Mestre con el abogado Rafael Ramos.

Igualmente no dijiste ni mú en la esotérica moción de censura de un senecto Ramón Tamames sobre los efectos adversos que padecen miles de españoles, visualizándolos y exigiendo responsabilidades. Es lo más importante en la sociedad española, se celebra el 13 de mayo el Día Internacional del Adverso, aunque como el ataque es desmedido e indiscriminado, no dices nada, ni mencionas las fumigaciones, conocidas como chemtrails, con que están provocando la sequía y ponen en peligro el consumo humano de agua. Una acción de guerra ante la que callar es alta traición y no la llevas a los tribunales, porque da la impresión de que no miras al cielo. Tienes entre tus diputados un teniente general del Ejército del Aire, Miguel Mestre, sesteando como un político profesonal abyecto, que, sin honor, calla también ante la salvajada de la que son cómplices, cuanto menos, sus comapñeros de Arma, traidores a España.

Venga ya, estás más visto que el tebeo, lacayo adiestrado, vividor, que eres un vividor, tu retórica busca engañar a la gente para que piense que hay salvación dentro del sistema, y no la hay, aquí y ahora la única opción digna y sensata es no votar, ponerse en acción bélica, asumir la guerra y daros la espalda. Conseguir masa crítica, la inmensa minoría, como decía Fernando Paz, y echar abajo el sistema quitándoos la legitimidad de origen. Así, entre otras cosas, se consigue que tú te muevas contra la agenda 2030 con hechos reales y no simple retórica vacua.

Felipe de Bórbón con el pin de la agenda 2030.

Santiago, eres un calientapoyas, la puta coartada de la agenda 2030 mientras tu masión huele que apesta a botica. Vete con tus gritos de voz atimplada de «¡viva el rey!» por donde amargan los pepinos, pero si tu rey, y el de todos los impresentables que te votan, lleva el pin de la agenda 2030 en su sucia solapa.