Enrique de Diego.
En el circo de la política siempre me has parecido una payasa y una histriónica, Mónica García, encantadica de haberte conocido haciendo campaña con la sanidad pública, que es una mierda pinchada en un palo. con todo el mundo vendido a las farmacéuticas, que les mean y encima dicen que llueve, con cargos políticos por todas partes, con los médicos y sanitarios con las manos manchadas de sangre, sicarios de un genocidio, pediatras psicópatas acabando con la generación más timo vacunada de la historia y más autista.
Médica de tres al cuarto, una profesión que se ha devaluado hasta el hastío y se ha llenado de Doctores Mengele. Los de Estado de Alarma te han sacado tu doble moral y a relucir tus vergüenzas, que son muchas, resulta que en Cercedilla tienes una finca de 2.000 metros cuadrados con un chalet que tenía que estar destinada a un centro hospitalario. Nada nuevo bajo el sol, que dice el Eclesiastés. Tienes la cara de cemento armado. Encima aremetes contra el periodista. Penoso. No tienes cabeza y es bueno que se te vaya conociendo.
Porque eres una totalitaria de tomo y lomo, que llevas en tu programa encarcelar a todos los madrileños en los campos de concentración que llamáis ciudades de 15 minutos, a pie o en bicicleta, empezar por describirlas bien, porque a pie se va hasta la casa del vecino y en bici bastante más. Y has publicado un libro delirante con una portada naïf que es todo mentira cochina, con todo el mundo andando o en bici y los comercios a rebosar, con un autobís, porque vais a restringir la libertad. Hombre, no se te ha ocurrido a ti, sino a un ecofascista e ‘ngeniero social» colomiano que responde al nombre de Carlos Moreno y que está a sueldo de los diablos que andan dispersos por el mundo buscando un día sí y otro también nuestra perdición.
¡Qué vas a poner todos los servicios a 15 minutos, minuto más o minutos menos! Histriónica totalitaria. Lo que quieres retringir es la libertad de movimiento de los madrileños, prohibirles el coche, confinarles a perpetuidad en campos de concentración de 15 minutos, que luego devendrás campos de exterminio; a lo que más se parecen es a los ghetos judíos como el de Varsovia, o para que tú me entiendas, pedazo de comunista de pastaflora, tigresa de papel mojado, quieres hacer un Gulag con fraseología verde, del que no se pueda entrar ni salir sin permiso de los burócratas, primero multas, y porque a los ‘ingenieros sociales’ os sale todo con el culo, luego deportaciones, luego eliminaciones físicas. No me gusta ser profeta de malos augurios, pero es que está cantado, basta saber algo de historia, que parece que tú no tienes repajolera idea ni tu niño, Iñigo Errejón, que de empollón tiene el aspecto, pero cero de inteligencia emocional y de amor por sus semejantes.
Estás queriendo poner puertas la campo, planficar el orden espontáneo, que se os escapará por las costuras, ora quien tiene el trabajo más lejos de los fatídicos 15 minutos, ora los padres que porque les da la real gana han elegido un colegio a basta más que la chorrada de los 15 minutos, y desde el inicio empieza la represión, como ocurre ya en Oxford, salida sólo dos días y 70 libras de multa por cada día más y tiro porque me toca. Luego vendrá el desabastecimiento y las colas del hambre a la soviética. Pasionaria de pacotilla, de tres al cuarto.
Te auguro, Mónica García, um batacazo electoral estepitoso y una revolución popular contra esa mierda asquerosa de las ciudades carcelarias de 15 minutos, La ciudad de 15 minutos será tu tumba política y la ola que se llevará por delante a Más Madrid y a todo el sistema. Venga, adelante con los faroles, totalitaria de guasa, las ciudades de 15 minutos será la tumba del ecofascismo y de toda la casta parasitaria.
En Oxford, ciudad de 15 minutos, sólo pueden salir 2 veces por semana, el resto multas de 70 libras