Luis Bru.
Ya dijimos que Traspinedo, la localidad vallisoletana de Esther Pinedo, iba a enloquecer por las groseras mentiras aventadas sobre su muerte por el presidente del Gobierno, varias ministras, Victoria Rosell, la delegada del Gobierno, todos ellos responsables de su muerte por Repentinitis, no sólo ellos, además el presidente de Castilla y León, Alfonso Álvarez Mañueco, el consejero de Sanidad, y el Servicio de Salud, que la timo vacunaron. Con la colaboración estelar de la Guardia Civil, que ha mentido tras encontrarse más perdida que un pulpo en un garaje, y todos los medios de comunicación que han hecho un bochornoso ridículo lanzando todo tipo de bulos o fake news, en lo que han devenido especialistas las furcias mediáticas, como las llama el gran César Vidal.
Porque lo cierto y verdad es que Esther López no murió asesinada, de hecho su cuerpo fue hallado sin el más mínimo signo de violencia, y por tanto los ciudadanos de Traspinedo van a hacer el tonto y van a mantener una concentración estéril el próximo 15 de enero a las 13.00 horas que se realizará en la Plaza de Portugalete de Valladolid bajo el lema ‘Un año sin ti. Un año sin justicia’.
Para que hubiera justicia para Esther López habría que detener y encausar a una larga lista de autoridades que la mintieron y la llevaron a timo vacunarse, lo que está lejos del ánimo de los engañados vecinos de Traspinedo que van a hacer una excursión a Valladolid. Ya lo dijo la fiscal: no hay ni un relato fáctico creíble, sobre lo que se quiso presentar como un asesinato de violencia de género, pero ni un remoto indicio pudo sostener la delirante versión oficial.
En realidad, Esther López murió por REPENTINITIS a causa de la timo vacuna. La hemorragia interna en toras y abdomen es producida por un macro coágulo causado por la timo vacuna. Es el dictamen concluyente de la Catedrática María José Martínez Albarracín: «El territorio de la vena esplénica, procedente del bazo y que drena sangre en la vena porta: un gran tronco venoso que se dirige hacia el hígado y que está formado por la confluencia de la vena esplénica y las venas mesentéricas que recogen la sangre del intestino. El término “hemorragia interna” suele referirse a una hemorragia visceral, frecuentemente de estos territorios vasculares y, sabemos que las inoculaciones covid, activan el sistema linfático y las células linfoides activadas se concentran precisamente en el bazo. La hemorragia digestiva o “hemorragia interna” es pues una complicación relativamente frecuente de estas mal llamadas vacunas».