Enrique de Diego.
Por enésima vez, tenemos que darle la enhorabuena amarga y dolorida a la Catedrática María José Martínez Albarracín por acertar de nuevo: los timo vacunados infectan con la proteína Spike a los no vacunados, cosa que ella predijo con antelación. No tiene una bolita mágica, sino que, mediante la investigación, establece las relaciones causa-efecto correctamente y sin intereses que la mediaticen. La leche materna puede infectar al niño y matarlo. No paran ahí los problemas: el ADN puede ser modificado por estos canallas genocidas:
– Sus peores vaticinios se han cumplido. Parece usted la Jeremías de la plandemia. Los timo vacunados infectan a los no timo vacunados con el ARNm. Lo dice el Doctor Peter McCullough que se basa en un estudio de Helena Baoun, otro de Fettig y Asociados y otro más de Hanna u Asociados que dice que la leche materna de una timo vacunada infecta su bebé lactante…
R.- La trasmisión desde vacunados a no vacunados de covid es un hecho de observación constante, por eso se han hecho estudios contrastados para poder publicarlo. Esta trasmisión se produce de dos maneras:
En primer lugar el llamado Shedding de la spike, es decir, derramamiento o eliminación de esta proteína tóxica que producen los vacunados para intentar librarse de ella, este tóxico se puede eliminar por el sudor, el semen, la saliva y las secreciones digestivas y por supuesto, la leche materna (en la que además de spike se ha encontrado también ARN vacunal). Todo esto ya lo sugería el estudio de Pfizer cuando en sus documentos pedía realizar y registrar la observación de estas transmisiones de vacunados a no vacunados. El shedding se produce en los días inmediatos a la recepción del pinchazo.
Pero hay otra forma de transmisión que hemos observado todos los médicos. Personalmente, desde el verano de 2021 y a lo largo de todo el otoño-invierno de 21-22 he tenido noticia, e incluso he tratado, a bastantes personas no vacunadas que desarrollaron un síndrome covid típico (neumonía y analítica característica) por relacionarse con vacunados próximos. Algunos, de los que fueron al hospital, desgraciadamente fallecieron. En este caso es lo que podríamos llamar un contagio, al eliminar los vacunados exosomas o vesículas extracelulares indistinguibles de los virus con el contenido del ARN vacunal o sus variantes recombinantes, que se generan por mutación en los pases celulares del cuerpo del vacunado, sobre todo si enferma.
– Peter McCullough llega a considerar que el ARNm establecido en el genoma humano no se sabe cómo puede desaparecer, puede que sea permanente. ¿Es así?
R.- Lo que sabemos es que tanto la proteína espiga como el ARNm vacunal (y por supuesto el ADN vectorizado) entran en el núcleo celular, especialmente de células inmunes y de células germinales aunque también se ha visto en células hepáticas. No se ha documentado aún si se produce mutagénesis insercional, sí que se produce alteración transcriptómica que ocasiona desregulación de muchas funciones celulares entre ellas del ciclo celular, lo que conducen al desarrollo rápido del cáncer. Por lo tanto no se puede descartar que la información genética tóxica que introducen las vacunas covid en el genoma pueda incluso trasmitirse a las siguientes generaciones.
– Recomienda períodos de entre 30 y 90 días de no tener contactos íntimos con personas timo vacunadas. Nos querían poner la estrella de David y ahora nos la tenemos que poner para preservarnos…
R.- Lo correcto es ser precavidos y especialmente en los días siguientes a una inoculación o cuando la persona inyectada sufra una enfermedad aguda de tipo gripal es mejor mantener la distancia.
– ¿En qué momentos ha detectado este perverso contagio?
R.- Como he dicho anteriormente en periodos correspondientes con las campañas de inoculación masiva, por ejemplo el verano de 2021, teniendo en cuenta que el verano no es una estación propicia para un síndrome de tipo gripal como el covid. Posteriormente en los periodos invernales coincidiendo con las épocas de epidemias gripales. Como además, se han puesto juntas las vacunas de gripe y covid, se ha producido una diseminación de secuencias tóxicas de las que es difícil escapar. Es lo que estamos viendo también actualmente.
– A medida que la farsa ha sido desvelada y la gente ha tomado conciencia del letal engaño, las famosas olas que son de vacunación, naufraga y pierde fuerza a años vista, ¿también se perderá este perverso contagio?
R.- A medida que disminuyan las tasas de vacunación disminuirán las tasas de epidemia. Eso es un hecho comprobado. Pero, desgraciadamente a determinados sectores de población, especialmente mayores de 60 años, enfermos crónicos y discapacitados, no los van a dejar en paz, aumentando cada vez más el número de vacunas que les ofrecerán coactivamente y, especialmente las nuevas vacunas de cultivo celular, con adyuvantes peligrosos o incluso génicas. Como ejemplo las vacunas antigripales para mayores de este año: Fluzone High-Dose Quadrivalent, vacuna recombinante contra la influenza Flublok Quadrivalent y la vacuna contra la influenza con coadyuvante Fluad Quadrivalent: la Fluzone con una excesiva cantidad de antígeno y un adyuvante tóxico, la Flublok recombinante con restos de ADN de insecto y la Fluad activada con un adyuvante tóxico con escualeno que ocasionó ya el síndrome ASIA o síndrome autoinmune de la Guerra del Golfo.
– ¿Cómo puede eliminarse el ARNm?
R.- El ARN natural es eliminado rápidamente pero el de las vacunas covid está modificado artificialmente para dificultar su eliminación, no obstante con ayuda y tiempo se puede conseguir, aunque en algunas personas se hará más rápidamente que en otras. Todos los métodos de desintoxicación conocidos, incluida la sauna y los tratamientos oxidativos son una buena opción.
– Hay que lanzar la alarma a las madres timo vacunadas para que no envenenen a sus hijos…
R.- Es necesario que sean advertidas de que la leche materna puede ser peligrosa para su bebé. Es posible analizarla mediante cromatografía líquida y detectar si contiene spike y/o ARN vacunal.
¡Cuidado qué contagian!, consejos de la Catedrática Albarracín