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Carta del Editor: No votar, abstención activa, arma letal contra los sucios globalistas

Redacción




Enrique de Diego.

La Humanidad está sufriendo un ataque sólo superado en los tiempos de Noe y el Diluvio Universal. El objetivo declarado es el viejo sueño satánico de la extinción de la especie, reflejado en las malditas piedras de Georgia que, alabado sea Dios, han sido voladas. Ese ataque despiadado y cruel, en el frente de España tiene ya datos contundentes como una sobremortalidad por encima de los treinta mil, muchos más afectados por las timo vacunas luchando por su vida entre atroces sufrimientos. Nadie ha quedado ajeno al ataque. La matanza alcanza niveles propios de Herodes, en Canarias los niños sufren esa sobremortalidad en el 20,1%.

Las gentes asisten incrédulas a un ataque tan sañudo dirigido por todos los partidos políticos y por todos y cada uno de los dirigentes. Un juicio muy terrible va a hacer la Historia sobre los españoles de las generaciones actuales que entierran a sus muertos sin una queja, ni un lamento. Los españoles no tienen lo que hay que tener. No tienen armas, que es lo que tocaría en esta situación dantesca, en la que el miedo se administra en dosis paralizantes en nombre de la salud y en la que todo es mentira.

Se nos ataca también con la inflación, con la subida inducida de los precios del combustible, con carencias de suministro programado de gas, con carestía de alimentos planificada. El globalismo ataca en todos los frentes, confiado en su posición dominante en los medios de comunicación, devenidos en meros altavoces de propaganda e incomunicación y en el servilismo de toda esta casta parasitaria, de toda esta caterva de sañudos y serviles genocidas. Se nos ataca con utensilios de geoingeniería, se nos bombardea con yoduro de plata para promover la sequía y matarnos literalmente de hambre.

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Los globalistas  no van a parar, los tenemos que parar. Vendidos nuestros soldados y nuestros policías al enemigo por una obediencia ciega y lacaya a los dictados globalistas que van también contra ellos y contra sus familias. Pero no tienen redaños ni inteligencia para rebelarse contra este suicidio colectivo.

La resistencia es cada vez más fuerte y ha conseguido importantes victorias; por ejemplo, ha echado abajo la determinación de ir a la timo vacunación obligatoria y ha erradicado el totalitario pasaporte covid. Llega el momento de obtener la victoria total, para la que el paso previo es no votar, abstención activa, conseguir que la participación se quede en el 20%, de aliados del globalismo.

Votar es respaldar al globalismo, es situarse como enemigos de los patriotas, de los humanos en lucha por su supervivencia. Se dice que eso no les importa, pero eso daña a la legitimidad de origen del poder, lo echa abajo. En Francia la abstención ha sido altísima y han tomado posesión Macron y los políticos, pero la calle está revuelta, está sublevada. Tenemos, todos juntos, que conseguirlo. Eso sería la derrota definitiva del globalismo en nuestra nación, sería el detonante, la espoleta armada para la sublevación.

El régimen agoniza, en una amalgama inmunda de poderes, con electos que no representan a nadie más que a la cúpulocracia, y ésta se debe a sus amos globalistas. Démosle la puntilla y salvémonos a nosotros, a nuestras familias y a nuestra sociedad. El genocidio no puede quedar impune, han de pagarlo. ¡No votes, abstención activa! ¡Corre la voz! ¡La sublevación ha comenzado!