Virginia Montes.
En plena vorágine de la plandemia, cuando el maldito globalista Mario Draghi clamaba por la timo vacunación obligatoria, el pase covid y ofrecía la diabólica disyuntiva a los docentes: o se timo vacunaban o perdían el puesto de trabajo, el partido Forza Nova, con 20.000 inscritos, emitió un comunicado conjurándose: «si te pones la vacuna Covid estás expulsado del partido».
El mensaje de una claridad meridiana hizo mella: los militantes y votantes de Fratelli d’Italia y La Lega han sido los más fervientes en rechazar la timo vacuna, mientras el socialista Partido Democrático y los conservadores de Forza Italia se han movido entre los más adictos al letal pinchazo. En el Movimiento 5 Estrellas las opiniones han estado divididas, con alcaldesa de Roma, la rutilante Virginia Ruggi liderando por los no vacunados.
Italia, por de pronto, ha tenido políticos en el primer nivel que decidieron no timo vacunarse y lo dijeron, diferencia notable con España, donde incluso dirigentes de Vox han hecho campaña a favor de la timo vacunación obligatoria, a sueldo de las farmacéuticas.
Giorgia Meloni sale destacada en las encuestas, con Fratelli d’Italia mientras La Lega de Mateo Salvini y Forza de Italia de Silvio Berlusconi cotizan a la baja. Giorgia siempre se posicionó en la oposición a Mario Draghi, mientras La Lega y Forza Italia han sido el sostén del gobierno del asqueroso globalista. Estos dos partidos van a tener que dar muchas explicaciones por ese apoyo y por dejarlo caer. El Movimiento 5 Estrellas, muy dividido, cotiza claramente a la baja y hay quien le augura un futuro negro: disolverse, extinguirse.
A Giorgia Meloni se le vaticina una victoria pareja a la Victor Orban en Hungría. Eso a va plantear problemas a la delirante corrección política de Bruselas pues Fratelli d’Italia se mueve en el euroescepticismo. Va a acabar con la tiranía de los burócratas de la inefable corrupta Ursula von der Leyen. También los problemas se van a trasladar a los planes genocidas de la UE y las farmacéuticas de una nueva dosis letal cada seis meses. Este desquicie se ha acabado.
En agosto de 2021 Giorgia Meloni declaró que «Draghi dijo ayer que la invitación a no vacunarse es una invitación a morir. Si está a favor de la obligación de la vacuna, que tenga el coraje de hacerlo». También cargó contra el «green pass», promovido por el maldito globalista Mario Draghi: «si tienes que mostrar un certificado para ser libre, significa que no eres libre. Estos son precedentes que pagaremos».
Por toda Italia, en Milán con la comparecencia estelar del gran Luc Montagnier, en Roma, en Trieste, muy numerosas, con la gente cantando llena de coraje «somos ese tipo de gente que nunca se rinde». Hoy Giorgia Meloni se dispone a recoger sus frutos. Dijo entonces: «no soy antivacunas, pero sí soy contraria a la obligación de vacunarse». Expresó que a su madre sí la había timo vacunado, «pero a mi hija de 12 años ni con cadenas lo haría».
Ahora queda una comisión de investigación sobre el genocidio de las timo vacunas. El otoño, ya se ve, va a ser muy caliente en Italia, el invierno será largo y gélido y en primavera florecerán las guillotinas.