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Pashminagate: La prensa rosa española se viste de mierda

Redacción




Luis Bru.

Los hechos son sagrados, las interpretaciones libres, pero en la sociedad distópica en la que vivimos, los hechos, para los medios pueden, o pretenden ocultarse mediante el silencio. Era impensable una reacción así frente al escándalo que azota la jefatura del estado en la prensa, con los digitales, la radio y las televisiones; que callarán como putas babilónicas porque quieren tratar a los españoles como imbéciles cuando los imbéciles son ellos. Pero las revistas rosas se han cubierto de mierda y chapotean en el lodazal.

Cuando no se habla de otra cosa en Europa, con el adulterio de Letizia ocupando todas las portadas, cuando el Paris Match puja ante Jaime del Burgo por hacerse con los documentos en exclusiva, aquí las revistas que llamamos rosa, y deberíamos llamar marrón. yendo contra sus propios intereses, contra sus propias ventas, han silenciado el notición, primero, y entran de mala gana, después, entrando o más bien saliéndose por la tangente.

Dábamos, por supuesto, que las revistas del corazón entrarían a saco y los paparizzis esperarían captar alguna instantánea reveladora, pero nada de eso; prohibido informar, prohibido investigar. Por supuesto, el Hola es el mingitorio de la familia real. Lecturas ha acudido a la recurrente cortesana Pilar Eyre para que llene las páginas sin decir nada.

Semana, que estafó a sus lectores dando una exclusiva comprada de que Ana Obregón ha bautizado a su hijo-nieto, sin una sola referencia al adulterio continuado de Letizia, sale después con una portada insulsa y de circunstancias: «los reyes plantan cara a las polémicas», ¿qué polémicas? Al igual que Lecturas que, olvidándose del mínimo de periodismo, informa de que Letizia busca el apoyo de sus cuñadas. ¿Para qué?

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En la España distópica, cuando el tuit de la pashmina de Jaime del Burgo lo vieron 24 millones de tuiteros, la prensa del corazón ha hecho el más soberano ridículo; se ha hundido en el patetismo.

Roberto Centeno, Catedrático de Economía de la Universidad Politécnica de Madrid, hombre ecuánime y de prestigio, sobre este silencio clamoroso les acusa de «vileza sin limites de medios y prensa española, ocultando el escandaloso adulterio de Leticia con el pelele Felipe VI y su sintonía con Sánchez para destruir ESPAÑA. Noticia de primera plana en los medios internacionales. Lo único bueno es la ruina económica de estos falsarios».