La gasística rusa Gazprom ha avisado a sus clientes europeos de que no puede garantizar el suministro habitual de gas y que estos inconvenientes sobrepasan la capacidad de la empresa por una sucesión de «circunstancias extraordinarias». De fondo, Bruselas insiste en que tarde o temprano la UE deberá afrontar un corte de gas completo a medida que se acerque el invierno y como una de las armas de guerra del presidente ruso Vladímir Putin.
El suministro de gas por parte del monopolio estatal ruso empezó a registrar importantes cortes el pasado 14 de junio por, según la versión de Gazprom, razones de «fuerza mayor», según una carta fechada el pasado 14 de julio donde comunicaba los incidentes a sus clientes.
Conocida como una cláusula de «acto de Dios» (según la traducción literal del inglés), la fuerza mayor es estándar en los contratos comerciales y define circunstancias extremas que liberan a una parte de sus obligaciones legales. La declaración no significa necesariamente que Gazprom detendrá las entregas, sino que no debe ser responsable si no cumple con los términos del contrato. Desde hace varios meses se han ido registrando reducciones en los suministros de gas rusos a través de las principales rutas desde hace ya varios meses, ya sea por la vía de Ucrania y Bielorrusia, como a través del gasoducto Nord Stream 1 bajo el Mar Báltico.
Nord Stream 1
Una fuente citada por Reuters ha afirmado que la fuerza mayor se refería a los suministros a través de Nord Stream 1. «Esto suena como un primer indicio de que el suministro de gas a través de NS1 posiblemente no se reanudará después de que finalice el mantenimiento de 10 días», dijo Hans van Cleef, economista de energía de ABN Amro.
«Dependiendo de las circunstancias ‘extraordinarias’ que se tengan en mente para declarar la fuerza mayor, y si estos problemas son técnicos o más políticos, podría significar el siguiente paso en la escalada entre Rusia y Europa/Alemania», agregó.
Uniper, el mayor importador de gas ruso de Alemania, se encontraba entre los clientes que dijeron que habían recibido una carta y que habían rechazado formalmente el reclamo por injustificado.
RWE, el mayor productor de energía de Alemania y otro importador de gas ruso, también dijo que recibió un aviso de fuerza mayor.