Andrew Torba. CEO, Gab.com. Solo Jesús salva.
Hoy se publican los tan esperados resultados de la auditoría electoral de Arizona 2020. Ya estamos viendo dos versiones distintas de la formación de la «realidad». Los medios de comunicación de Cabal y el resto de la maquinaria del Régimen ya lo están enmarcando como una victoria para ellos mismos.
Mientras tanto, los patriotas están empujando a través de las mentiras y la censura para sacar a la luz la verdad de lo que todos sabemos con o sin auditorías: hubo un fraude masivo en las elecciones de 2020 y está causando una crisis existencial para el futuro de nuestro dividido país.
La mitad del país creerá las mentiras de los medios, la otra mitad sabrá la verdad. Nada de lo que diga cualquiera de las partes cambiará la opinión de la otra parte. La mitad del país nunca volverá a confiar en la integridad de una elección. ¿Hemos considerado la magnitud de esto?
Es hora de aceptar que vivimos en dos países diferentes, dos mundos diferentes y dos realidades diferentes. Mientras que el Enemigo quiere dividirnos en líneas raciales, de clase, geográficas y de otro tipo; la división es realmente mucho más simple.
Esta es una División Espiritual en una Guerra Espiritual.
Por un lado están los que sirven y glorifican a Dios. Somos pro familia, pro libertad, pro vida y sobre todo pro Dios. Ahora bien, el Señor es ese Espíritu: y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 2 Corintios 3:17
Por otro lado está el espíritu del anticristo, la antítesis de todo lo que Dios manda. Estas personas han existido durante miles de años sirviendo a Satanás y las personas malvadas en el poder hoy en día no son diferentes. Sirven al padre del engaño, la destrucción y la muerte.
Personalmente, creo que es hora de que el Pueblo Elegido de Dios, los cristianos, nos separemos del lado del régimen satánico del país.
He escrito mucho sobre la construcción de una Internet paralela, una economía paralela y una sociedad paralela. Cada vez es más obvio que inevitablemente necesitaremos construir también un país paralelo, o quizás muchos de ellos, si queremos que nuestra forma de vida sobreviva.
He creído durante años que la balcanización de los estados es el único camino pacífico a seguir y, en muchos sentidos, ya está aquí. El daño demográfico, cultural y espiritual del país ya está hecho. Cuando cambias radicalmente la demografía y destruyes los valores cristianos de un país, también cambias la cultura, las leyes y las normas de ese país.
Puedes llamarme “racista” por señalarte la realidad si lo deseas, pero eso no cambia los hechos. Durante la mayor parte de la historia de Estados Unidos, el país estuvo compuesto demográficamente por un 85% de estadounidenses europeos blancos y un 15% de estadounidenses negros. La cultura, las leyes y toda la sociedad del país se construyeron alrededor de los cimientos del cristianismo y Jesucristo. Estados Unidos es y siempre ha sido una nación cristiana.
Estas cosas ya no son ciertas y se erosionaron en el lapso de unas pocas generaciones.
Ahora tenemos una demografía muy diferente en este país y un “sistema de valores” anticristiano. La población americana nativa e histórica no votó por este cambio. No nos preguntaron. Nos fue forzado. Ahora tenemos un país diferente, una cultura diferente y dos versiones diferentes de la “realidad”.
Esta semana, muchas personas están hablando sobre el Gran Reemplazo después de que Tucker Carlson, Charlie Kirk y el representante Brian Babin de Texas, entre otros, lo abordaran frente a millones a la luz de la invasión en nuestra frontera sur.
El Gran Reemplazo no es una “teoría”, es una realidad que destaca que las poblaciones europeas blancas en países europeos históricamente blancos están siendo reemplazadas demográfica y culturalmente por pueblos no europeos. Los perros de los principales medios de comunicación del Régimen le dirán que esto es una “teoría de la conspiración racista”, pero todo lo que tiene que hacer es abrir los ojos para ver que está sucediendo.
También está ocurriendo otro gran reemplazo que es mucho más grande que el demográfico y cultural. Es el Reemplazo Demoníaco de Dios con la idolatría en Occidente. Dios bendijo a Occidente porque Occidente fue edificado sobre la piedra angular de Cristo.
Cuando eso cambió y Cristo fue reemplazado por la idolatría, ya sea dinero, estatus, fama, inmoralidad sexual y similares, fue cuando Occidente comenzó a caer. Los que rechazan a Cristo son justamente castigados por Dios. Los que glorifican a Cristo son bendecidos por Dios. Esto ha sido así durante 2.000 años.
Como nación, y de hecho Occidente en su conjunto, hemos rechazado a Cristo y hemos cometido grandes pecados, incluido uno de los genocidios más grandes de la historia humana en forma de aborto. Dios nos está juzgando, pero no es demasiado tarde para que nos volvamos a Él y comencemos de nuevo.
Necesitamos comenzar a pensar seriamente en un camino a seguir para preservar el espíritu y la libertad de los Estados Unidos reales mientras protegemos a los ciudadanos estadounidenses reales y los valores cristianos.
La América real todavía existe en todo el país en pequeños pueblos y estados, en su mayoría rurales. Existe en las iglesias remanentes que actualmente están predicando la Palabra de Dios. Si actuamos ahora, podemos asegurarnos de que estos lugares estén protegidos del reemplazo demoníaco y la destrucción inevitable que sigue.
Si quiere saber cómo es el futuro de nuestro país sin tomar medidas, mire las calles de San Francisco, Nueva York o Chicago. A menos que desee que todo el país se convierta en el tercer mundo, debemos comenzar a considerar seriamente cómo es amurallar nuestras propias comunidades y estados y tal vez considerar seguir nuestro propio camino para formar países individuales que actualmente tienen la forma de estados.
Necesitamos verdaderos líderes en el poder que no teman ser insultados por la mafia y que tomen medidas rápidas y decisivas para proteger y preservar los pocos lugares que quedan en este país que no están marcados por la destrucción demográfica, democrática y demoníaca. Debemos ejercer el poder total y completo de los derechos del estado y, si es necesario, tomar medidas adicionales para garantizar la seguridad y la preservación de esos estados, nuestra forma de vida y nuestros hijos.
Estoy hablando con valentía en este momento.
Esta publicación enfadará a muchas personas no porque lo que estoy diciendo esté mal, sino porque lo que estoy diciendo es verdad. Necesita ser dicho.
A Dios sea la gloria por los siglos de los siglos,