Enrique de Diego.
Es mi libro de cabecera, se ha convertido en un libro imprescindible al que acudo una y otra vez para mantener los anclajes, firmes, en este vendaval diabólico que azota a la Iglesia, Una, Santa, Católica, y acudir a los mensajes de la Madre de Dios y Madre Nuestra, escrito providencialmente por Santiago Lanús, sobre esos retazos luminosos, sobre esas advertencias maternales proféticas. Hay que constatar, a tenor de la copiosa documentación aportada por el autor, que la Virgen no nos ha fallado, que amorosa y maternal ha acudido a nuestro encuentro avisándonos de los graves peligros que nos acechaba, que ha dado la voz de alarma con pelos y señales, y que hemos fallado nosotros, por ignorancia o culpable comodidad.
Estamos en una guerra moral que satán da para la conquista de las almas y nos urge a la carrera hacer caso a Nuestra Madre. Sólo animar a hacerse con este libro fundamental que viene prologado por el Catedrático de Historia, Javier Paredes quien percibe un cambio en las apariciones marianas desde que se desatan las fuerzas del averno con la revolución francesa y es el hecho de que la Virgen solicita acude a romper el terrible orgullo de la creatura que busca ser autónomo, despojado de toda norma moral, y a anunciarnos de los peligros que nos acechan y que hoy son palpables ante nuestros ojos: de esa forma, los mensajes de la Virgen utilizan a los videntes como mediadores de los mensajes para toda la Humanidad, son mensajes que a todos nos implican.
Es muy ilustrativo el prólogo del Padre Justo Antonio Lofeido, argentino, empeñado en difundir la Adoración Eucarística Perpetua por todo el mundo, imprescindible en los tiempos satánicos que corren y nos abruman, cuando afirma que «creo no equivocarme al considerar este libro como parte del plan de la Madre de Dios está llevando a cabo. Leerlo significará recibir el estímulo para vivir lo que la Santísima Virgen nos pide, para alertarnos acerca de los peligros de este tiempo y para, acercándonos más a Dios, ayudarla, si así se puede decir, a completar la salvación de la Humanidad y alcanzar así el triunfo de su Inmaculado Corazón». Un libro providencial que es urgente dar a conocer.
El libro se centra en tres apariciones marianas: Fátima, Ámsterdam y Garabandal. Reconozco que de las apariciones en Ámsterdam a Ida Petermann no tenía ni idea, y de San Sebastián de Garabandal, una idea muy suscinta. Pero se completa con las importantes apariciones en Akita, Japón, y Kubeho, Ruanda. Sorprende el poco caso que se ha hecho a la Virgen, lo que se tardó en cumplir el mandado de Fátima. De Ámsterdam no se ha cumplido el mandado del quinto dogma mariano, Nuestra Señora de todos los Pueblos como Corredentora. Y de Garabandal, es lamentable la sañuda persecución eclesiástica.
La Virgen avisa con tiempo de esta guerra moral. En Ámsterdam nos dice que «esta es una batalla espiritual que se pelea en todo el mundo. Es mucho peor que cualquier guerra en el presente, ya que socava a la Humanidad» (3-1-1946). «En este momento hay una guerra de ideas. Ya no están en juego razas y naciones, sino lo que se disputa es el espíritu. No tengan ninguna duda acerca de esto» (11-2-1951). Y más aún, de plena actualidad: «El enemigo de Nuestro Señor Jesucristo ha trabajado lenta pero eficientemente. Sus soldados están en guardia. Su trabajo está casi terminado. Naciones, cuídense: el espíritu de falsedad, de mentira y engaño está arrastrando a muchos. La Iglesia será aún más socavada. Una gran responsabilidad pesa sobre la gente de estos tiempos. Educadores y padres de familia, cuiden a los jóvenes» (8-12-1952).
¿Qué sería de nosotros sin acogernos a la mano segura de Nuestra Madre? ¿Qué sería de nosotros sin saber que «los sacerdotes, obispos y cardenales van muchos por el camino de la perdición y con ellos llevan van a muchas almas», como dijo en el segundo mensaje de Garabandal? Y remacha en Akita,, Japón, a la monja Agnes Katsuk Sasagawa, «la obra del demonio infiltrará hasta dentro de la Iglesia de tal manera que se verán cardenales contra cardenales, obispos contra obispos. Los sacerdotes que me veneran serán despreciados y encontrarán oposición de sus compañeros…, Iglesias y altares saqueados. La Iglesia estará llena de aquellos que aceptan componendas». Y en Kubeho, la «Nyina Wa Jambo», Madre del Verbo, a Alphonsine Mumureke: «El mundo está llegando a su fin. El regreso de Jesús está muy cercano. La Reina de los Ángeles viene a aconsejarnos que nos preparemos para la venida de su Hijo. Tenemos que sufrir con Jesús, rezar y ser apóstoles para prepararnos para su venida».
En esta guerra espiritual. como nos describe Nuestra amorosa Madre en este libro, las armas son la oración y la penitencia, la aversión al pecado, el Santo Rosario, la amorosa piedad eucarística. Maravilloso libro que debe ser también tu libro de cabecera. ¡Ven, Señor, no tardes!
Madre de Dios y Madre Nuestra, Fátima, Ámsterdam y Garabandal, Santiago Lanús, Prólogo de Javier Paredes, Editorial San Román, Madrid, Segunda Edición, septiembre de 2017, 332 páginas. https://editorialsanroman.com/