Enrique de Diego.
Eres un muermo y me das asco con tu triste figura, Alberto Núñez Feijoó. Has sido corrompido por el poder y has buscado con torticero ahínco llegar a la presidencia del Gobierno, pasando por el pablicidio. Has sido investido por los pútridos satanistas globalistas como la alternancia al amortizado bon vivant y ahí se las den todas de Pedro Sánchez, todo retórica vacua. Has hecho méritos totalitarios de servir al señor oscuro y sus secuaces ejerciendo de vacunazi irrestricto, pidiendo la timo vacunación genocida, el pase covid hasta el final y siendo el Justin Trudeau de Galicia, donde la siega de repentinitis es abrumadora.
Eres la segunda edición de Mariano Rajoy y el poder te devora de forma que no tienes sentido del humor ni la risa impostada del piltrafilla de Juan Manuel Moreno Bonilla, otro vacunazi, este conyugal. Has dicho, como era esperable, porque eres un personaje sin decencia, ni principios, ni convicciones, que el PP diabólico no va a modificar la ley del aborto, ni la de Bibiana Aído ni la que quiere presentar la analfabeta funcional de Irene Montero. Y has utilizado un argumento peregrino, chusco, chapucero e inhumano: «esos debates engordan a Vox». Tacticismo canalla porque Vox, aún teniéndolo claro, ha rehuido dar esa batalla. Y, además, «desplazan al partido del centro». ¡Oh! el centro, ¡cuántos crímenes se cometen en tu nombre y cuánta estupideces de retórica vacua, cuánta memeces se dicen en su nombre, como todas las tuyas, que eres el centrista por excelencia!
En torno al aborto, a ese crimen horrendo, se da la batalla decisiva de la Humanidad; las sectas diabólicas, satánicas ofrendan a su señor oscuro, que es el tuyo, niños en gestación durante los tres primeros meses de embarazo. Tú has vendido tu alma al diablo por un plato de lentejas, por una presidencia del Gobierno agónica y en derribo, bajo el patético efecto Feijoó, que repite todo el cotorreo mercenario mediático de la derecha española. El aborto, todo aborto, es el mal absoluto, es una ofrenda a satán, como en el caso de Letizia, satanista a la postre.
Y has dicho que aspiras al «respeto por todo tipo de familias», desvertebrada como la tuya. Es decir, que eres un socialista, la más estricta continuidad. No vas a cambiar nada. Te escudas en un lenguaje de tecnócrata más falso que un Judas de plástico. Tú vas a pactar con las miasmas del PSOE, vas a hacer del PP el PSE bis, cuando Pedro Sánchez ha terminado de arruinar al país que antes era España. ¿Tecnócrata, gestión? Como Aznar que vendió todas las joyas de la corona y no cambió nada, como Mariano Rajoy que se comprometió a no subir impuestos por nada del mundo y en horas veinticuatro pasaron de las mudas al teatro todas las subidas fiscales habidas por haber. La gestión del PP es una gran mentira. Habéis vivido aumentando la deuda pública, arruinando a los españoles para varias generaciones.
Eres un pobre hombre, un aborto de político, el más ruin político de la triste figura, que quieres ganar la presidencia del Gobierno perdiendo tu alma, un gestor de opereta y comedia bufa, ¿Qué vas a gestionar tú cuando el Banco Central Europeo deje de comprar el 1 de julio la deuda española? ¡Ojala te estrelles en Andalucía! Aunque bien mirado, os vais a estrellar todos, vamos hacia la hecatombe del sistema.