Si todavía tenía usted dudas sobre qué lado del espectro político en Estados Unidos, la izquierda o la derecha, era el más autoritario, lo que le ha estado sucediendo al multimillonario SpaceX y al fundador y CEO de Tesla, Elon Musk, es instructivo.
Si bien fue celebrado por la derecha por su promesa de devolver a Twitter a una plataforma rentable que en realidad fomentaba y permitía la libertad de expresión, han sido figuras de izquierda las que lo han criticado por atreverse a abrazar una garantía constitucional fundamental.
Y en respuesta, una serie de grupos de izquierda, incapaces de evitar que se lleve a cabo la compra de la plataforma, ahora intentan sabotearla después del hecho negándole ingresos.
Según los informes, varios grupos alineados con ese destructor de la democracia y las sociedades, George Soros, así como ex empleados de las fundaciones Clinton y Obama e incluso algunos líderes europeos, han comenzado a presionar a los anunciantes de Twitter para que abandonen la plataforma si Musk cumple su promesa. para frenar la censura y alentar un mayor intercambio libre de ideas, incluso aquellas que son extremadamente impopulares (como la visión de nuestros fundadores de un gobierno para, de y por el pueblo fue para la corona británica en su día).
Y ahora, Musk está pidiendo una investigación sobre estos grupos para poder exponer de quiénes están compuestos y cuáles son sus verdaderos motivos: control autoritario de las narrativas, como informó The Epoch Times :
Elon Musk pidió una investigación sobre las organizaciones de izquierda que presionan a las empresas para que boicoteen Twitter si Musk cambia las políticas de moderación de contenido de la empresa de redes sociales, aproximadamente una semana después de que se anunciara que compraría la plataforma.
Se produce cuando, según se informa, unas dos docenas de grupos de izquierda enviaron cartas a Coca-Cola, Kraft y Disney para boicotear Twitter después de la compra de Musk. Esos grupos incluyen Black Lives Matter Network Foundation, NARAL Pro-Choice America, Women’s March, Media Matters for America y GLAAD.
El grupo escribió conjuntamente que “como principales anunciantes en Twitter, su marca corre el riesgo de asociarse con una plataforma que amplifica el odio, el extremismo, la desinformación sobre la salud y los teóricos de la conspiración”, decía la carta. “Bajo la gestión de Musk, Twitter corre el riesgo de convertirse en un pozo negro de desinformación, con su marca adjunta, contaminando nuestro ecosistema de información en un momento en que la confianza en las instituciones y los medios de comunicación ya está en su punto más bajo”.
Musk respondió, en Twitter, con esto: “¿Quién financia estas organizaciones que quieren controlar su acceso a la información? Investiguemos… La luz del sol es el mejor desinfectante”.
La semana pasada, el CEO de Starlink también señaló en la plataforma que los ataques contra su personaje «llegaban rápido y denso», pero en su mayoría «desde la izquierda, lo cual no sorprende».
“Sin embargo, debo dejar claro que la derecha probablemente también estará un poco descontenta”, continuó Musk. “Mi objetivo es maximizar el área bajo la curva de la felicidad humana total, lo que significa que el ~80 % de las personas se encuentran en el medio”.
Musk ha hecho varias declaraciones sobre cómo busca mejorar Twitter una vez que finalice el acuerdo y obtenga una participación mayoritaria. Un cambio que planea hacer es eliminar la plataforma de cuentas «bot», aquellas que están vinculadas a grupos de interés a menudo turbios y servicios de inteligencia extranjeros y que a menudo se usan para cambiar narrativas o difundir información errónea y no pertenecen a una sola persona viva.
También prometió facilitar la verificación de usuarios reales y darles la codiciada ‘marca de verificación azul’ para demostrar que son válidos.
Pero, sobre todo, Musk ha prometido hacer que la plataforma sea «genial de nuevo» al deshacerse de la censura flagrante de cualquier contenido que vaya en contra de las narrativas «oficiales», como las negaciones generales del gobierno de EE. UU. y Occidente durante la pandemia de COVID-19. que el virus escapó, o incluso podría haber escapado , de un laboratorio en Wuhan, China.
Y es por eso que la izquierda ataca más a Musk: porque usan la plataforma para difundir literalmente información errónea y evitar que los oponentes desafíen sus ‘verdades’.
Fuentes: The Epoch Times, Disinfo.news