Luis Bru.
Se han convocado elecciones en la autonomía andaluza el 19 de junio, las últimas que tendrán lugar. La Junta de Andalucía es insostenible y eso se verá el 1 de julio cuando el Banco Central Europeo deje de comprar deuda española, lo que nos abocará, más pronto que tarde, a la suspensión de pagos y al desmantelamiento del Estad autonómico, ese auténtico cáncer de España.
La gestión de Juan Manuel Moreno Bonilla ha sido nefasta en todos los sentidos, especialmente acompañado por el inaguantable Juan Marín, de la pocilga de Ciudadanos, que desaparecerá. Lejos de moderar y restringir el crecimiento de los chiringuitos andaluces, el piltrafilla Bonilla no ha desmantelado nada de las oficinas de colocación del PSOE y a ellas ha añadido las del PP y las de Ciudadanos, que se han lanzado éstas con voracidad al saqueo del botín, sin pudor y con avaricia hambrienta.
Bonilla, el piltrafilla, es un vacunazi de tomo y lomo, casado con una señora que sirve a las farmacéuticas. No se le debe votar bajo ningún concepto, igual que al PSOE y al resultante de la unión de todos los grupúsculos que se dicen de izquierdas, pero son conservadores del status quo y asaltantes del botín.
Bonilla, con la intermediación de mentiroso y tristón Alberto Núñez Feijoó, otro vacunazi, ha pactado con Pedro Sánchez que gobierne la lista más votada, en la intención de que será la suya, mentecato, como acuerdo futuro de la gran coalición.
Vox presenta a Macarena Olona, una exhibicionista del pinchazo, que, sin embargo, dijo no pincharían a su hija. Se puede votar a esta candidatura o lo mejor es pasar a la abstención activa, puesto que no se juega nada y la Junta de Andalucía no va, no puede sobrevivir.