AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


El error Helena Bazán, la secretaria particular de don Antonio García Trevijano, presidenta de su Fundación, que no se ha constituido, y de un Movimiento político

Redacción




Luis Bru.

Ha tenido lugar la declaración de Enrique de Diego en la denuncia por querellas e injurias presentada por Helena Bazán, la que fuera secretaria particular de don Antonio García Trevijano, conviviente con él en los últimos años de su vida, manteniéndose un tiempo en su mansión de Somosaguas, calle Alondra, presidenta de la Fundación para poner en marcha su pensamiento político, que no se ha constituido, ni tiene reuniones, y presidenta del Movimiento Ciudadano por la República Constitucional, Movimiento que no ha hecho nada y que está prácticamente muerto, en el decir de Roberto Centeno, Catedrático de Economía.

Marcos Peña.

Viene esto a cuenta de la denuncia, que no ni pies ni cabeza, representada Helena Bazán por Pedro Manuel González, que figuraba como asesor jurídico de una de las candidaturas al MCRC, se articula por las preguntas, que se negó a responder Enrique de Diego por entender que la denuncia es una agresión a la libertad de expresión impropia de dos presuntos liberales, también repúblicos, en que Helena Bazán no es un «personaje público», y en pequeñas anécdotas sin ton ni son: que si sabe Enrique de Diego que Helena Bazán tiene su propio despacho, y se gana la vida. y que se ha dado la foto y que puso mal el nombre de un albacea llamándole «Marcos Montes».

Ya en el turno de preguntas de su abogado Rafael Ramos Rodríguez, Enrique de Diego dijo que si había habido un personaje público era don Antonio García Trevijano, y ser su secretaria particular y figurar en su testamento en el puesto tan relevante como presidenta de la Fundación, que no ha llegado a constituirse, y se presidenta de un movimiento político que trata de acabar con el sistema, si eso es no ser un «personaje público», es que Helena Bazán no se ha enterado de nada. Ese es, precisamente, el error Helena Bazán.

NO TE LO PIERDAS:   Carta del Editor: ESPAÑA NO AGUANTA MÁS el genocidio impune de las timo vacunas ni la inflación ni el hambre que viene
Pedro Gallego y Antonio García-Trevijano, en los últimos años de su vida.

De hecho, ha concedido entrevistas y ha hecho declaraciones a numerosos medios de comunicación sobre el hecho polémico de mantenerse como inquilina en la mansión de Somosaguas, Enrique de Diego puso en duda que con el dinero de su despacho hubiera podido aspirar a vivir en Somosaguas, en una mansión de 700 metros con una hectárea de finca, con un lago artificial, rodeada de mármoles, con una rica pinacoteca llena de cuadros de gran valor artístico y crematístico, con recuerdos históricos de valor incalculable como utensilios que fueron de uso habitual por Luis XVI y la reina María Antonieta. La zona más cara de Madrid, con abundantes gastos en seguridad privada. Produce hilaridad esta pretensión de Helena Bazán.

Enrique de Diego señaló que fue un error citar al conocido abogado madrileño «Marcos Montes» y que se trataba de Marcos Peña Molina, prestigioso abogado sevillano, uno de los tres albaceas testamentarios, que conminó a Helena Bazán a desalojar la mansión, que ella consideraba su «hogar», no sabemos con qué título, y presentó una interesante entrevista realizada por él a Marcos Pena Molina sobre su espléndido libro «El Estado de partidos».

Enrique de Diego dijo conocer a don Antonio García Trevijano al que entrevistó en su programa de Radio Inter e hizo una auténtica biografía radiofónica, que había estado varias veces en su casa, incluso comiendo, y que había contrastado las informaciones que se reproducen con numerosas fuentes de toda solvencia; que la foto de Helena Bazán, y que tanto le preocupa al letrado que la representa, ha salido varias veces en medios de comunicación.

Da toda la impresión de que Helena Bazán no ha asumido todavía que ella optó por ser un «personaje público», que tiene una tremenda casi enfermiza hipersensibilidad, lo cual no justifica bajo ningún concepto que pida cárcel para Enrique de Diego, quien dijo que no entendía cómo se había admitido a trámite la delirante denuncia, y que está pésimamente representada por el letrado Pedro Manuel González, que hizo un papelón, abriendo la caja de Pandora. Continuará.

Helena Bazán no es el perro del hortelano

El MCRC ha degenerado en una cloaca: ¡Pandilla de traidores!