Según publica El Comercio de Gijón, el Hospital Comarcal de Jarrio llora la pérdida de uno de los miembros más esenciales y queridos de su equipo. Y es que la noticia del repentino fallecimiento del traumatólogo Ángel del Couz García, de 53 años, devastó ayer a colegas y pacientes. «Todos los que hemos tenido la oportunidad de trabajar cerca de él somos conscientes del gran vacío que deja. Era un profesional excelente, entregado, humilde, generoso, comprometido y de gran liderazgo», relata una compañera.
Del Couz, natural de Oviedo, dirigía desde 2010 el servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica -que cuatro años más tarde se convirtió en el Área de Gestión clínica del aparato locomotor-, aunque ya formaba parte de la familia de Jarrio desde que «en enero del 2000 realizara su primera intervención en una fractura de tobillo».
«Profesionalidad, humanidad y bondad» era lo mínimo que se podía recibir de él, según sus allegados y vecinos valdesanos que le despedirán esta tarde, a las 15 horas, en la iglesia de Santa Eulalia de Luarca. Tras el funeral será incinerado en Barcia.
«Era el médico de La Vaqueirada, acudía cada año a Aristébano sin aceptar jamás una propia», relatan sus conocidos. Nombrado Vaqueiro de Honor en 2016, entre otros, junto al entonces presidente del Principado, Javier Fernández, del Couz es, sin duda, una pérdida incalculable para todo el Noroccidente.