Enrique de Diego.
El sueño de Alfonso Fernández Mañueco se desvanece con estrépito: obtener un resultado idéntico a Isabel Pérez Ayuso, adelantando elecciones y sumando los votos de Ciudadanos. La jugada le salió bien en los primeros compases, cuando la primera encuesta de Gad3 le situó con 39 procuradores, rozando la mayoría absoluta, y a Vox a 9 escaños. La falta de peso de Mañueco, el peligro que representa para Castilla por su sometimiento a la agenda 2030 de los calentólogos de Bill Gates, el clima totalitario que ha pretendido imponer con el coronavirus, el sufrimiento que ha representado para los no vacunados con sus medidas demenciales, han hecho que Mañueco, el muñeco diabólico, se desinfle y encare la recta final con tendencia claramente bajista.
Frente a la horquilla de 38 a 39 ahora el PP de Mañueco y Casado, entregados al globalismo totalitario, se mueve, según Gad3, entre 34 a 37, con una pérdida de intención de votos de 5 puntos, y Vox que antes le daban 9 escaños, ahora se mueve entre los 11 y los 13. Si tenemos en cuenta que tanto la empresa de sondeos, Gad3, propiedad de Narciso Michavila, como el periódico contratante, Abc, barren a favor del PP, el desfonde de los populares con el endeble Mañueco es brutal. Perderá más, mucho más en esta recta final para el 13 de marzo por vacunazi.
Las expectativas de Mañueco se cumplen en un solo punto: Ciudadanos desaparece. Es el partido más entregado a la agenda 2030 y las políticas totalitarias con el coronavirus. No obtiene ningún escaño, como ya sucediera en las elecciones de Madrid, donde Ignacio Aguado ni se presentó a las elecciones porque restaba sobremanera.
Vox, mientras tanto, con un candidato desconocido, algo así como el caballo de Calígula, recibe el voto de castigo al PP y se mueve actualmente en el 15,1 de intención de voto y entre 11 y 13 escaños. La cuestión es que esa tendencia se viene produciendo desde que comenzó la campaña que se le ha atragantado al PP, con un declive muy acusado, fruto del voto de castigo de los despiertos, de los purasangre, y de los que han ido despertando. Un dato clave que habrán que tener en cuenta tanto el PP como Vox para eliminar todas las restricciones que han montado con la farsa de la plandemia y que han hundido a la hostelería y al sector del ocio.
El PSOE recibe un fuerte castigo. Tiene actualmente, según la encuesta, el 28,9 por ciento de estimación de voto, dos décimas menos que en enero y, ojo, seis puntos menos que en los últimos comicios. Los socialistas se quedarían en una horquilla de 25-28 procuradores. Podemos está en el 7,4 por ciento de estimación de voto, con solo dos o tres escaños. Los regionalistas leoneses y los provincialistas sorianos obtendrían 2 escaños cada uno.
El PP, que bajará más, caerá en picado, pasará a depender de Vox, sin apenas estructura en la región, partido en el que se han refugiado los votos de los purasangres. Será Vox quien determinará las políticas en Castilla y tendrá que liberar a los castellanos de las absurdas y totalitarias restricciones que ha impuesto el mediocre Mañueco, más conocido ya por el muñeco diabólico, desde que lo apodara así Rambla Libre.