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Política migratoria en Europa: Entre la estupidez, la estafa y el suicidio

Redacción




Ángela Merkel, financia a asesinos de alemanes. /Foto: elplural.com.
Ángela Merkel, financia a asesinos de alemanes. /Foto: elplural.com.

Enrique de Diego

Dejemos a un lado por un momento que Anis Amri era musulmán y, por tanto, educado en el odio y en la legitimación del asesinato de los no musulmanes, peores que alimañas. Su entrada y permanencia en Europa muestra que la política migratoria gira en torno a la estupidez, a la estafa (al contribuyente) y al suicidio, pues favorece el asesinato y el exterminio de los europeos autóctonos.

Cuando la revolución tunecina estalló y derrocó en enero de 2011 al dictador Zine El Abidine Ben Ali, Anis tenía apenas 18 años.

En virtud de una condena en rebeldía de cuatro años de prisión por robo, aprovechó el desorden reinante, como miles de compatriotas suyos, para hacerse a la mar y llegar a la pequeña isla de Lampedusa.

En ese momento, mintió sobre su edad para ser considerado menor no acompañado y, así, ser trasladado a Sicilia.

CAOS 1.- En realidad, Europa no tiene fronteras. Funciona como si hubiera decretado la libre circulación de las personas mundial. El futuro asesino tenía ya antecedentes penales pero Europa no tiene ningún control a favor de la seguridad de sus ciudadanos. Las fronteras existen precisamente para que gente así no pueda entrar nunca.

CAOS 2.- La situación es mucho peor, puesto que Europa hace un efecto llamada, pues desde que se pone el pie en Europa se pasa a vivir a costa de contribuyente, lo que no ha pasado nunca, en ningún tiempo, en ninguna nación.

Además de por su condena, «Anis también se fue para huir de la miseria. No tenía ningún futuro en Túnez y quería mejorar a cualquier precio la situación financiera de nuestra familia, que vive por debajo del umbral de la pobreza, como la mayoría de los habitantes de Oueslatia«, en el centro de Túnez, explicó Abdelkader, su hermano.

CAOS 3.- Este tipo de planteamientos reblandecen los irracionales sentimentalismos buenistas europeos. En realidad, las naciones siempre han impedido la entrada en su territorio a quien no llegara con un contrato de trabajo o con medios de subsistencia, porque han pensado siempre que, en otro caso, iban a instalar en su territorio a personas proclives a la delincuencia.

Como era previsible, en Italia volvió a caer en la delincuencia. Detenido con unos amigos por haber incendiado una escuela, fue condenado a cuatro años de prisión y, lejos de ser un detenido modelo, no se benefició de ninguna reducción de la pena.

CAOS 4.- El asesino no ha trabajado nunca en nada, siempre ha vivido del contribuyente, extorsionado éste por sus gobernantes. Su estancia en la cárcel fue muy costosa. El coste del puesto de recluso en Italia supera los 16.000 euros anuales, más barato que en España donde está en los 22.375 euros.

Fue quizá en una de las cárceles por las que pasó donde se radicalizó, según la prensa italiana, un fenómeno recurrente en Europa, donde los musulmanes se dedican a amedrentar al resto de presos y a los funcionarios.

CAOS 5.- Se obliga al contribuyente a sufragar la preparación ideológica de los futuros asesinos en serie.

Tras su liberación, Túnez rechazó aceptarlo en su territorio e Italia le ordenó abandonar el país.

CAOS 6.- No existe un medio eficaz de deportar a los delincuentes extranjeros. Italia le “ordenó” abandonar el país, pero no lo deportó.

En julio de 2015, llegó a Alemania, en pleno auge del éxodo migratorio, cuando más de 900.000 solicitantes de asilo que huían de la guerra y la miseria llegaron a ese país.

Ángela Merkel, destructora de Europa. /Foto: burbuja.info.
Ángela Merkel, destructora de Europa. /Foto: burbuja.info.

CAOS 7.- Ángel Merkel ¡vamos a lograrlo! Termina por suprimir las fronteras, abolir el Tratado de Dublín, anuncia que no devolverá o deportará a nadie y recibe a 1.100.000 musulmanes, entre ellos al futuro asesino, al que Merkel protege, financia y ayuda económicamente a asesinar alemanes.

Muy rápidamente, policías y fiscales se dieron cuenta de que este hombre, de 1,78 metros y 75 kilos, se relacionaba con activistas yihadistas notorios.

Fue clasificado como «individuo peligroso» por los servicios especializados de la región de Renania del Norte-Westfalia (oeste).

Mantuvo contactos con un iraquí de 32 años, identificado como Ahmad Abdulaziz Abdullah A., alias ‘Abu Walaa’, considerado por las autoridades como un predicador vinculado con el grupo yihadista Estado Islámico de la mezquita de Hildesheim, un feudo salafista.

Este último fue arrestado en noviembre con cuatro cómplices por haber organizado una red de reclutamiento para el grupo EI, según la fiscalía federal.

El joven tunecino también estuvo vigilado por la policía en varias ocasiones, principalmente la noche del atentado y unos días antes, cuando entraba y salía de una mezquita radical del barrio de Alt-Moabit de Berlín, según los medios de comunicación.

merkeldanke

CAOS 8.- Ya de vergüenza ajena, el asesino se pasea por Alemania siendo vigilado por la Policía, que es no es capaz de deportarle aunque ya es notorio que se trata de un peligro andante. A pesar de ello, sigue viviendo en un albergue público y costando al contribuyente alemán 2.000 euros mensuales.

Además, Anis Amri fue investigado entre marzo y septiembre, en el marco de una operación de la fiscalía de Berlín por «preparación de un acto criminal grave que supondría un peligro para el Estado».

En concreto, era sospechoso de preparar un robo para comprar «armas automáticas y, probablemente a continuación, con la ayuda de cómplices que quería encontrar, cometer un atentado».

Las autoridades también sabían que disponía de, al menos, media docena de identidades y que circulaba libremente con ellas por Alemania.

CAOS 9.- La Policía, que está bajo el chantaje emocional de los refugiados, aunque no hay sirios, no hace nada eficaz. Incluso el asesino intenta comprar explosivos por internet (con dinero del contribuyente alemán). Porque ni trabaja, ni quiere trabajar nunca, sólo está pensando en matar alemanes cristianos, pensionado por mamá Merkel.

A pesar de las pesquisas de la policía, las investigación no «pudieron confirmar las sospechas iniciales».

El caso fue archivado a falta de pruebas suficientes y, en septiembre, se le dejó de vigilar.

Según la fiscalía de Berlín, nada hacía pensar que, tras estos meses de vigilancia constante, Amri preparaba un atentado.

La fiscalía pensaba, más bien, que se trataba de un adepto a las peleas y un pequeño traficante del Görlitzer Park de Berlín, un espacio verde frecuentado por los consumidores de drogas, que acuden allí para comprar.

CAOS 10.- Empieza a fallar la Justicia, que no hace nada, piensa que es un pequeño traficante, lo cual debería motivar su inmediata deportación.

Pero, en noviembre, Renania se cruzó de nuevo en su camino y lo volvió a señalar ante el centro antiterrorista federal.

Poco después, desapareció. Hasta la noche del 19 de diciembre, cuando, según la policía, al volante de un camión polaco robado, embistió contra los visitantes de un mercadillo navideño del centro de Berlín, atropellando a 11 personas y matando al conductor del vehículo.

EL CAOS COMPLETO: Sin política de fronteras, viviendo con cargo al contribuyente, fanatizado en la cárcel, preparando la masacre desde un albergue público, termina matando con la complicidad de Ángela Merkel.

¿Qué tipo de dirigentes tenemos? ¿Se han vuelto locos? ¿Son criminales que matan a sus ciudadanos por vía interpuesta? ¿Con una pandilla de degenerados que son idiotas funcionales? ¿Acaso no saben leer como para coger un Corán y ver que a gente como Anis les manda «matad a todos los no musulmanes allá donde los encontréis» o «los no musulmanes son peores que alimañas»? Y ¿qué pensar de quienes les votan? ¿Prefieren, por ejemplo, que les maten a que les llamenracistas?

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