José Martino.
Quebec se ha convertido en la primera provincia de Canadá en considerar cobrar un ‘impuesto’ a los ciudadanos no vacunados por optar por no vacunarse sin una buena razón médica.
Durante una conferencia de prensa el 11 de enero, el primer ministro François Legault declaró con respecto a las consecuencias de no vacunarse,
“Bueno, tendrán que pagar una factura porque hay consecuencias en nuestra red de atención médica y no depende de todos los quebequenses pagar por esto”.
A partir de ahora, la provincia busca hacer que esta sanción financiera sea «significativa», alegando que algo como $ 50 o $ 100 no es lo suficientemente significativo. Sin embargo, aún no hay una estimación de cuál será el costo.
Legault también afirmó que “la vacuna es la clave para combatir el virus”, un tema de conversación común utilizado por políticos y autoridades sanitarias que no está respaldado por la ciencia. La creciente evidencia continúa indicando que la vacuna no previene la transmisión de COVID-19 y no es necesaria para las personas más jóvenes, ya que sus tasas de enfermedad grave son extremadamente pequeñas. Esto significa que, al exigir vacunas y refuerzos generales, la vida de muchas personas se pone en riesgo innecesariamente.
El gobierno de Quebec afirma que el 90% de los quebequenses han sido vacunados y que actualmente el 50% de los que están en la UCI no están vacunados.
El desafío con multas como esta es que la mayoría de las personas que contraen COVID-19 nunca terminarán en el hospital. Los datos muestran que menos del 1 % de las personas, incluso las que no están vacunadas, terminarán en el hospital a causa del COVID. Sin embargo, los políticos hacen que parezca que si no está vacunado, siempre tiene COVID y siempre se lo contagiará a otra persona. Esto ha provocado que la gran mayoría de las personas en los EE. UU., por ejemplo, sobreestimen drásticamente el riesgo de hospitalización por COVID.
Habiendo tenido yo mismo un caso de delta y no estando vacunado, nunca durante el curso de mi enfermedad pensé que terminaría en el hospital. Si viviera en Quebec, ¿por qué debería cobrarme un impuesto por ser joven, saludable y por cuidarme?
Premier Legault cree que no vacunarse tiene consecuencias para el sistema de atención médica y no todos los quebequenses deberían pagar por eso. Esta es una creencia curiosa, ya que sienta un precedente interesante. ¿Debería cobrarse un impuesto a las personas que comen mal, beben alcohol en exceso o fuman cigarrillos porque sus elecciones conducen a una atención médica costosa con el tiempo? ¿Dónde más podría aplicarse esta idea que realmente podría tener un impacto mayor y positivo?
De todos modos, esta puede ser la forma en que Quebec acusa penalmente a sus ciudadanos por no tomar un medicamento para el control de los síntomas.
Quebec recientemente hizo que una tercera dosis de una vacuna COVID sea un requisito necesario para ser considerado «completamente vacunado».