Luis Bru.
Carlos Herrera es un mal humorista engolado. Inconsciente de la ola de simpatía que ha levantado Novak Djokovic se atreve a meterse con él. A los héroes, los pavos reales desplumados no les inquietan. Ni tan siquiera ha tenido la prudencia de conocer los datos. Evacúa la opinión oficial de los medios y mete la pata.