Luis Bru.
Libertad Digital, el planfetucho de Federico Jiménez Losantos, pivot de Orihuela del Tremedal, mancilla suciamente, grotescamente, utilizando un sobrero, un juntaletras de cuarta fila, la memoria de Elia Rodríguez, víctima del veneno de muerte, que los estalinistas de Libertad Digital presentaron -hay qué tener cara y ser sinvergüenzas- como accidente doméstico. Luego de imponer la inyección letal obligatoria el merlucillo de José García Domínguez, que lo conocen su casa a la hora de cenar, y en el programa del piltrafilla, la copia del fantoche vocinglero, Dieter Brandau, la quiere imponer a todo y recluirnos en guetos como hicieron los nazis con los judías.
Con la cara de sapo que tiene, repite todos los tópicazos y una buena ristra de insultos desaforados pero sin estilo: «a todos los desinformados, majaderos, conspiranoicos, hipocondríacos o simples tontos, que de todo hay en la viña de los antivacunas». Valiente gilipollas. Este soplagaitas no tiene ni puta idea y manda a los que no se prestan a los planes criminales de Bill Gilipuertas al confinamiento. Con liberales así para que queremos totalitarios de tomo y lomo, nazis del gheto de Varsovia y chequista del GULAG. Hete aquí algunos hipocondríacos o simplemente tontos: Luc Montagnier, Premio de Nobel de Medicia, el Dr. Robert Malone, padre del ARN Mensajero y que se desgañita que sirven a los planes eugenésicos, el Doctor Zelenko, que avisa que inyectan un veneno de muerte, o esa mierda de bio terrorismo, que dice el Doctor Peter McCullough, que destroza el sistema inmunológico, que dice el virólogo Geert Vandem Bosche, que es el instrumento de un genocidio, que dice el exvicepresidente de Pfizer, Michael Yeadom, que les hará morir a todos en dos años, que dice la Doctora Dolores Cunhill, que quieren un debate científico, como pide la Doctora Nuria Azevedo y la Doctora Roxana Bruno, para que metan la cárcel a Anthony Fauci y a todos los genocidas, como pide la Doctora Judy Mikovitc, para que paren esta inyección masiva de proteína Spike, como la celebridad Catedrática María José Martínez Albarracín. Nos lo vamos a comer con patatas a estos indigentes mentales y analfabetos funcionales.
Habla, y no sabe de qué, de epidemia de «dimensiones bíblicas» y se refiere a la matanza de ancianos en las UCIS y de sedación en las residencias de ancianos, pilotada por la OMS, perpetrada por Pedro Sánchez y los sanitarios criminales, porque la que va a ser «bíblica» va a ser el genocidio que han montado con las timo vacunas, auténticas inyecciones letales de proteína Spike. Pero cuando un tonto coge la linde, la linde se acaba y el tonto sigue. El tonto éste de José García Domínguez echa carreras por la linde, así que su «liberal» conclusión es que todo «pasa por suprimir, siquiera temporalmente, nuestra temeraria tolerancia para con los antivacunas». Que se vaya a Gibraltar con toda la población timo vacunada y donde confinan a todos porque está infectados con el pinchazo. Pero a un besugo no se le convence con nada. Un liberal que considera «temeraria» a cualquier tolerancia precisa urgentemente un piadoso confinamiento en un frenopático. ¡Ojalá Elia Rodríguez no os hubiera hecho caso, a Losantos y los mariachis de cuarta! Aún estaría entre nosotros.