Enrique de Diego.
Consciente de la extrema gravedad del momento, de que está en juego el exterminio y la aniquilación de toda la población española, de que ahora pretenden esterilizar a todos los niños y jóvenes y de que todos los partidos políticos con representación están a favor de la timo vacunación, asumo mi responsabilidad y abro banderín de enganche para apuntaros al movimiento Stop Genocidio.
Tempus fugit. El tiempo histórico se acelera a velocidad de vértigo, los planes del gobierno, respaldados con furor genocida. es timo vacunar a los mayores de 12 años antes de que se inicie el curso. Después irán a por los bebés y los tiernos niños. Se pretende inyectar la tóxica y esterilizante proteína Spike para que mueran todos. No ver que esta patraña es para eliminar población y extinguirnos como sociedad es de ingenuos.
No me voy a quedar indiferente o complaciente cuando tales planes vanos se trazan y se llevan a efecto. No es tiempo para tibiezas sino para compromisos fuertes. Estoy dispuesto a todos los sacrificios que haya menester.
Con toda la tremenda importancia del momento en que nos ha tocado vivir, te convoco a la lucha y a la dignidad. No hacer nada es perder la batalla de antemano. Que no puedan decir las generaciones futuras, esas que se intenta extinguir, que nadie hizo lo que debía. Yo voy a hacerlo. Esta tarea de gente madura y de bien. No importa que seamos pocos, tres o cuatro, no buscamos el triunfo, sino la responsabilidad. El que siga que se apunte a este ejército salvador.
Para alistaros, pues de eso se trata, debéis dirigiros al correo stopgenocidio@gmail.com y dar vuestros datos de contacto, teléfono y provincia. Necesito nombrar delegados en todas las provincias y en todas las ciudades. Formar grupos combativos y luchadores. Nuestro emblema será Maddie de Garay, la joven norteamericana de 13 años, que participó en el experimento de Pfizer, y quedó tullida y autista, y ni aún así pararon en su codicia genocida.
Ellos, el mal, tienen todos los medios de comunicación a su servicio, nosotros tenemos la razón, las ganas infinitas de sobrevivir como sociedad. Tenemos que contrarrestar esa labor inmunda de propaganda demoníaca blandiendo nuestro cartel para hacer llegar la terrible verdad a nuestro connacionales. Imprimirlo en cualquier formato, cartulina, folio, cuartilla, darlo, buzonearlo. Hagámonos visibles en plazas, calles y playas. Que sea un clamor y una liberación. Cuento contigo.