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Sueños de una escritora, con Sigourney Weaver

Redacción




Fernando Alonso Barahona 

«Se decía que Salinger era reservado, raro, peculiar, que no se podía hablar con él, pero Joanna tiene otra experiencia de la relación, son conversaciones sencillas, pero como no ha leído ninguna obra de Salinger no se siente contaminada ni condicionada».

PHILIPPE FALARDEAU

Sueños de una escritora en Nueva York es una película canadiense  dirigida por Philippe Falardeau con Sigourney Weaver, Margaret Qualley, Douglas Booth, Colm Feore.

Se ambienta en los años noventa y la literatura es su esencia, la de sus diálogos y personajes. Cine literario en el mejor sentido del término. 

Llama la atención que no haya sido respetado el título original: ‘My Salinger year’. El eje central de la historia es el autor de ‘El guardián entre el centeno‘. Se puede deducir – lamentablemente – que un escritor de culto como  J. D. Salinger ya no es tan conocido como lo fuera antaño. Hoy bastaría con poner a ciertas protagonistas de docudramas falsos de la telebasura para ser instantáneamente reconocido. 

‘Sueños de una escritora en Nueva York’  se inspira en el libro publicado por  la periodista Joanna Rakoff. En su páginas relata su ingreso una de las agencias literarias más prestigiosas de esta ciudad. 

Así se resume entonces el argumento: Joanna (Margaret Qualley) ha dejado atrás la universidad y a su novio Karl para probar suerte en el escenario donde cualquier persona con vocación de escritor aspira a moverse, la Gran Manzana. Cuando consigue trabajo como ayudante de una de las agentes más veteranas de Nueva York, Margaret (Sigourney Weaver), Joanna desconoce que representa a J. D. Salinger, ‘Jerry’ para los empleados de la oficina. De hecho, la labor principal de la protagonista consistirá en leer y responder la ingente correspondencia dirigida a Jerry por parte de sus fans.

Pero la aspirante a escritora comienza a mostrar su personalidad propia, a veces contesta las cartas con comentarios más allá de la simple respuesta. Cuida a los lectores, les hace sentirse únicos. Joanna – además – demuestra interés por un tipo de literatura tradicionalmente menospreciada en determinados círculos intelectuales como la infantil y juvenil.

El director Philippe Falardeau, que ya filmara la notable Profesor Lazhar, cultiva la nostalgia y construye un bello film literario con recursos bien aprovechados: la voz en off, el  intercambio epistolar. Y va deslizando interesantes reflexiones sobre  la literatura y el vínculo mágico que une a escritor con  sus lectores.

Margaret Qualley.

Falardeau ha acertado al elegir a la protagonista: la actriz Margaret Qualley, hija de Andie MacDowell, recordada por su personaje de joven monja en «Novitiate».

Junto a ella el regreso de la carismática Sigourney Weaver que sigue encantando a la cámara con su carisma y su mirada igual que lo hiciera décadas atrás con  Alien o El año que vivimos peligrosamente. 

Salinger es presentado como un escritor más cercano de lo que indica su leyenda, no carece de empatía aunque le guste la soledad y la creación individual; en todo caso su relación con las dos mujeres se describe de forma exacta y revela el buen gusto del director y su afán por construir una película cuidada, detallista, interesante. 

La literatura llena todas las escenas de esta obra que invita a la lectura, a la de los libros de Salinger y a los de cualquier  escritor capaz de crear mundos de emoción y alma. La atracción de los libros ( que poco tiene que ver con la lectura digital de páginas ) es el principal atractivo de una película bien hecha y con un puñado de extraordinarias interpretaciones.

La puesta en escena derrocha encanto e invita a acariciar las hojas de papel de un libro, eso que no puede hacerse – ni de lejos – con el ordenador. Las páginas de un libro tienen alma, como las palabras o las sensaciones que produce el contacto físico con el libro, con los libros. Algunos críticos la han tachado de sensiblera. Y sin embargo lo considero más elogio que otra cosa. 

 Merece la pena descubrir y compartir los sueños de esta escritora, en  Nueva York y en cualquier lugar del mundo.