Virginia Montes.
Impactantes revelaciones. Mientras estaba en prisión preventiva, Sébastien L., quien trabajó durante varios años al servicio de una logia masónica presuntamente involucrado en varios asesinatos, rompió el silencio. Según lo revelado por Le Parisien El 31 de marzo, el oriundo de Puy-de-Dôme, de 31 años, envió una carta al magistrado a cargo de la investigación el pasado mes de enero, diciéndole que tenía revelaciones que hacer. Escuchado el 5 de marzo durante largas horas, el hombre vació su bolso, y no solo la mitad. No dudó en mencionar muchos casos penales, con la participación de militares de la DGSE, policías de inteligencia interna y empresarios. Pero eso no es todo. Sébastien L. también afirmó que uno de los contratos de asesinato que tenía que cumplir fue encargado por un político nacional. Dice que este último habría solicitado la ejecución de otro elegido contra 50.000 euros. Por el momento, nada ha podido confirmar que existiera este contrato político pero se inician investigaciones para tratar de arrojar luz sobre este caso.
El hombre dice que estaba atrapado
Durante este interrogatorio el 5 de marzo, Sébastien L vuelve sobre su carrera. En ese momento, especialista en seguridad privada, confió en su encuentro «en un metro» con un hombre llamado Daniel B. en 2011, ex comandante policial de la DGSI (ex-DCRI). Según explica Le Parisien, este último le ofrece convertirse en «un informante de inteligencia interna» y convence al joven, que a partir de ese día comenzará a ejecutar contratos presentados como «ultrasecretos»: » Ahora que sé que me han mentido y que me han manipulado bien, ya no puedo callar «, dijo Sébastien L. Así comenzó a monitorear, luego asalto y finalmente asesinato como parte de las «operaciones HOMO» (por homicidios). Sébastien L., por ejemplo, relató el caso del piloto de rallies Laurent Pasquali, ejecutado en 2018 en su casa y encontrado enterrado un año después en Haute-Loire: “Daniel B. me contó que lo mató a balazos con pistola, o uso una bolsa de plástico para asfixiarlo o apuñalarlo. El objetivo era que no se encontrara ningún cuerpo, que no hubiera investigación. Solo quería que pareciera una desaparición inquietante. «La red de asesinos a sueldo a la que pertenecía Sébastien L. cayó en 2020, cuando la coach de negocios Marie-Hélène Dini fue atacada. Es posible que sus miembros hayan sido detenidos in extremis antes de este enésimo acto.