Fernando Alonso Barhona. Crítico de cine.
Queridos camaradas es una película dirigida por Andrei Konchalovsky con Yuliya Vysotskaya, Vladislav Komarov, Alexander Maskelyne, Andrei Gusev,
https://www.youtube.com/watch?v=WNIk4jWmlgw
Rodada en blanco y negro nos cuenta la masacre de la ciudad soviética de Novocherkassk, en el Cáucaso, en el año 1962 . Eran los tiempos de Kruschev el sucesor de Stalin .
El argumento es sin duda interesante :
Durante una huelga laboral en una fábrica de motores, Lyudmila, miembro del partido comunista local y una gran defensora de los ideales del régimen, ve cómo el ejército, enviado por el Gobierno, dispara a los manifestantes y desata una masacre. Este hecho hará que cambien sus ideales y valores políticos para siempre. Con la ciudad destruida y agitada por las revueltas, mucha gente resulta herida o desaparecida, entre ellas la hija de Lyudmila, lo que la obligará a buscarla entre el caos de la ciudad.
La protagonista es una funcionaria soviética un tanto venida a menos .1962 es el epicentro de la crisis de los misiles . La rígida estructura de poder del Estado soviético se tambalea por primera vez y la mujer ,acompañada por su amante ocasional, un jerarca menor del KGB , va a vivir una serie de momentos casi kafkianos que revelan la oscuridad del poder soviético y el inicio del caos.
Julia Vysotskaya interpreta de manera magistral el papel de esa funcionaria del partido que sobrevive con la corrupción y cuya existencia ha perdido casi todos los motivos de ilusión . En la ciudad solo se habla del alza de los precios en productos alimenticios, de pura supervivencia, y los bajos salarios, mientras los comisarios políticos tratan de convencer a la población de las bondades socialistas. Las ideas de Julia – como su propio matrimonio – empiezan a adentrarse en el vacío.
Los muertos son enterrados en tumbas secretas, la sangre seca, en las calles, que no se limpia con mangueras de agua a presión, es cubierta por capas de asfalto.
Andrej Sergejevich Mijalkov-Konchalovsky nació en Moscú, en el seno de una familia de intelectuales y artistas el 20 de agosto de 1937. Su padre fue el escritor de novelas infantiles Sergéi Mijalkov, mientras que su hermano menor es el también cineasta Nikita Mijalkov
Konchalovsky tuvo desde sus inicios problemas con las autoridades soviéticas . Centro su obra en de adaptaciones de clásicos, Hogar de la pequeña nobleza, basada en la obra de Iván Turgénev, y Tío Vania (1971), a partir de la célebre obra de Anton Chekhov. Pero su consagración viene con la épica Siberiada. Esta película espectacular reconstruye los acontecimientos más destacados acontecidos en Siberia en el siglo XX, a través de la historia de dos familias.
El éxito y la necesidad de filmar con libertad le hicieron emigrar a los Estados Unidos . Allí debutó con la interesante Los amantes de María, en la que Nastassja Kinski interpretaba a una mujer que se reencuentra con el gran amor de su vida, un soldado que acaba de regresar de la Segunda Guerra Mundial. El padre de la muchacha estaba interpretado por el gran Robert Mitchum.
Y luego probó con el cine de acción, nada menos que Tango y Cash, con Sylvester Stallone y Kurt Russel dando vida a dos carismáticos policías.
Regresó a Rusia tras la caída del comunismo, en 2014 estrenó Carteros de las noches blancas, un interesante drama que narra en primera persona la historia de un humilde cartero de la región rusa del lago Kenozero . Actores aficionados dan vida a los personajes en una especie de sentido y puro neorrealismo muy alejado de sus aventuras épicas anteriores.
Ahora que un cierto comunismo experimenta un inquietante renacer en el mundo civilizado que ha sufrido sus crímenes, la epopeya de Konchalovsky nos recuerda su auténtica y terrible naturaleza. Disturbios, desprecio de la vida y la propiedad ( salvo la de los dirigentes ), lavado de cerebro, provocaciones aprovechando la debilidad de la respuesta … Y cuando alcanzan el gobierno la más cruel represión de cualquier vestigio de libertad .
Una película a descubrir y para meditar. Una ideología criminal que intenta travestirse pero que en su interior sigue llevando la más cruel semilla de la maldad .