Virginia Montes.
A pesar de la solicitud de Emmanuel Macron de aportar un compromiso “en forma de valores”, las federaciones que integran la CFCM están sumidas en luchas internas.
Hasta dónde se vislumbra el acuerdo de Emmanuel Macron. Según información del Journal du Dimanche (JDD), la «carta de valores» del Islam deseada por el presidente de la República, en particular para luchar contra el separatismo, parece hoy estancada. En cuestión, las luchas internas que han surgido dentro de las federaciones firmantes pero también el doble discurso establecido por algunos tanto para complacer a los musulmanes como al gobierno.
Así, Emmanuel Macron había solicitado al Consejo Francés de Culto Musulmán (CFCM) un texto firmado por las nueve federaciones que lo constituyen. De hecho, la carta estaba destinada a demostrar su «apego a las leyes y principios esenciales de la República» . Pero si bien el acuerdo parecía haberse alcanzado, seis semanas después de la solicitud del presidente francés, no se presentó oficialmente ningún texto. Peor aún, según fuentes cercanas al Ministerio del Interior, los aportes de las nueve federaciones están «por debajo de las expectativas y promesas» . Los puntos cruciales planteados girarían en torno al islamismo y las fake news que presentarían a Francia como un «estado racista»., especifica el JDD. Un pasaje de la carta establece claramente la posición a adoptar: «Por islam político, esta carta designa las corrientes políticas y / o ideológicas comúnmente llamadas wahabismo, salafismo, la doctrina de los Hermanos Musulmanes y, en general, cualquier movimiento local, transnacional o internacional que tenga como objetivo utilizar el Islam para establecer una doctrina política … »
«Carta de la vergüenza»
Y es precisamente este pasaje el que fue el escollo de tres de las nueve federaciones que se suponía firmarían el documento: Fe y Práctica y su corriente fundamentalista Tabligh; el representante de los musulmanes de Francia, antes llamado UOIF, movimiento cercano a los Hermanos Musulmanes, y finalmente al CIMG de influencia turca. Así, nos enteramos de que se elaboró un documento en paralelo al presentado a la CFCM, firmado entre los representantes del CIMG, Fe y Práctica, así como Marwan Muhammad, el exlíder de la CCIF, disuelto en noviembre por el gobierno. Para este último, que tuvo acceso a los primeros extractos de la carta, la «CFCM cedió al diktat de Gerald Darmanin redactando una carta de la vergüenza«. ¿Parece congelado en sus contradicciones? El presidente de la CFCM, Mohammed Moussaoui, no quiso responder al JDD; también es considerado por algunos como “republicano” cuando se trata de discutir con el ministerio, pero también “arcaico” cuando se habla con los islamistas.
De manera más general, parecería que el término “apostasía” es el punto central de desacuerdo entre las federaciones y la CFCM. Según el JDD, «las corrientes de obediencia islamista» se negaron a que la palabra se mencione en la carta, mientras que estaba en la síntesis de Mohamed Moussaoui. Misma observación sobre el pasaje sobre la escuela donde la organización musulmana de Francia se opone al hecho de que «ninguna autoridad religiosa puede cuestionar los métodos de enseñanza» . Entre las líneas tradicionales y las tendencias islamistas, la brecha sería entonces grande entre las federaciones que ahora parecen muy lejos de llegar a un acuerdo.