Enrique de Diego.
En los momentos turbios, y decisivos para el devenir de la Humanidad, de la especie humana, de la raza blanca, heterosexual y dentro de la tradición judeo-cristiana, conviene no equivocar el tiro y tener muy claro a qué nos enfrentamos, qué combatimos. Federico Jiménez Losantos yerra cuando considera, con su habitual falta de autocrítica y sus groseros errores de diagnóstico, que estamos ante una vuleta del comunismo, cuando a lo que nos enfrentamos es a ese magma neoliberal, para el que él está muy mal preparado y sin andamiaje intelectual para combatirlo; se repite, en la línea de Losantos, que estamos en riesgo de caer en una dictadura comunista bolivariana.
Desde el punto personal, Losantos recurre a lo conocido para su parroquia y está anclado en los años 70. En la relación poli bueno y poli malo, Pablo Iglesias ocupa el papel de poli malo, igual que para Eduardo Inda. En España se dan distintas condiciones que en Venezuela: no hay una riqueza natural como el petróleo que permite la corrupción de las Fuerzas Armadas y éstas no son de izquierdas, sino que se mueven como el factor más patriótico sobre el tablero. Ciertamente, hay vectores que se mueven hacia una tentación totalitaria como la ocupación del Consejo General del Poder Judicial. Pero Podemos y Pablo Iglesias están en caída libre en expectativas electorales. Una reciente encuesta de GAD3 le da una caída de 9,5 puntos y un descenso a 20 diputados; una auténtica hecatombe.
El auténtico poli malo es Pedro Sánchez y su proyecto globalista, la agenda 2030, lo que constituye el consenso de la clase política española, porque aúna a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, pero también a Javier Maroto, que se exhibe con el pin de la agenda 2030, y el propio monarca Felipe, así como Inés Arrimadas. El proyecto globalista busca el exterminio de la raza blanca mediante lo que se conoce como la «gran sustitución» de la raza blanca, específicamente de los varones blancos heterosexuales y cristianos. A esos planes les conviene una situación económica de catástrofe, como la que se dibuja y ha descrito el catedrático Roberto Centeno, porque conduciría a una reducción de las defensas sociales y a una esclavización y dependencia del Estado de unas proletarizadas clases medias. En ese sentido, el separatismo ha mutado al globalismo manteniendo el odio antiespañol.
El día 18 de diciembre se celebró el día internacional del «migrante», término que no existe en el diccionario de español, y Pedro Sánchez insertaba el siguiente texto en su twitter: «En el día del migrante reafirmamos nuestro compromiso con las personas que abandonan su lugar de origen, impulsemos las políticas públicas que promuevan que se haga de forma segura y con todas las garantías. Trabajemos por un futuro de calidad para todos y todas». No es el mensaje de un presidente del Gobierno, respetuoso con la Ley y protector de las fronteras, sino de un agente de viajes global. Coincide con el traslado de foráneos a la Península según criterios genéricos de «vulnerabilidad», con groseras mentiras previas, en el bien entendido caso de que no se da ningún criterio de vulnerabilidad ya que son todos varones, que no huyen de ningún conflicto, en buena forma física, así como el riego de millones a la Cruz Roja para que organice los embarques y para su manutención, a pesar de su efecto llamada, que es buscado.
José Luis Escrivá fue aún más claro: «En este #DiadelMigrante recordemos el dinamismo y prosperidad que siempre han traído las migraciones en la historia. Hoy quiero felicitar a todos l@s migrantes y celebrar sus progresos, sus logros, sus trabajados éxitos. Hacen que seamos un país mejor #MigrantsDay«.
«Migrantes» no existe en el diccionario y se supone referido a «migración» que «se usa hablando de las migraciones históricas que hicieron las razas o pueblos enteros»; hace referencia a razas o pueblos enteros, no existe la migración individual. La migración, por ejemplo, fue la de los bárbaros hacia el Imperio Romano o la de Genguis Kan.
Por tanto:
1.- El auténtico peligro es Pedro Sánchez
2.- El ataque viene de la imposición de la agenda 2030 y no de una dictadura comunista bolivariana, craso error de Losantos y de la derecha mediática
3.- El objetivo es una sociedad en conflicto étnico y religioso (como ya se da en Francia) que conduzca al exterminio de la raza blanca, única del que se predica la existencia del pecado original
4.- Ese plan ha comenzado con la invasión de Canarias, que es la invasión de toda España, para lo cual se utiliza a la Cruz Roja como caballo de Troya, a cambio del incremento de su negocio «humanitario».
Roberto Centeno: De la hecatombe económica a la quiebra del Estado